viernes, 25 de diciembre de 2009

Reencuentro con la Diabla con ungüento chino (por el Canciller de Iquique)


Era ya casi medio día en Santiago mes de Diciembre, el calor te levanta en andas a tal extremo que no dejas de despotricar a cada momento. Una llamada se hizo presente en mi teléfono portátil, número que aun no se borraba de mi registro mental se hizo presente,..-Hola como estás- bien respondí, con mucho calor acá en la capital –no me digas respondió ella y hasta cuando te quedas- creo que mañana me iré temprano por la mañana…- ahh-. Oye, y que harás esta noche me preguntó. mmmm , ya eso sonaba a invitación, esta que luego se formularía en forma directa.
La junta se llevó a cabo a eso de las 22 horas, como no soy conocedor de picadas en la capital, me dejé querer y me llevó a un lugar céntrico en donde disfrutamos de varios tragos lo cierto es que Lucía no había cambiado mucho con su adición alcohol no es buena bebedora ella, al contrario a mi se me calienta el hocico rápidamente, verdaderamente era un lugar agradable con fragancia a flores de la estación. Luces tenues especiales para amantes.
Ya pasada la media noche me llevó a su departamento este que olía a humedad, sahumerio hindú y encierro, con piso de parquet muy deteriorado, imágenes del Che Gevara en las paredes del living, cortinajes de seda en su totalidad desde uno de sus ventanales se divisaba el Palacio de gobierno, me hubiera encantado que Bachelet me mirara a través de uno de sus balcones un par de horas mas tarde Lucía ya no estaba tan flaca como antaño, su esposo la había dejado, dos de sus tres hijos viven con ella pero habían viajado al campo, entonces necesitaba compañía y cariño, este último que a mi me sobra. Solo una lámpara estaba encendida, me dejó esperando por unos minutos en el comedor para reapareces en ropa interior seguidamente, encendio todas las luces y los cortinajes se movieron para dejar ver la noche plena de santiago, se notaba el traguin de los años pero a la vez también las horas de gimnasio estaba rica la viejita, no estaba mal para haber cruzado la berrera de los 50 me besó enloquecidamente luego desabrochó el cierre de mi blujeans y emprendió una ruta diferente - lo sabe hacer y muy bien es una experta en trompeta- el sueño que se había apoderado de mi desapareció en un instante, le sugerí que pusiera música y me quité lo que quedaba de ropa en mi, su cabello aun negro se dejaba caer por sus hombros su piel aun estaba tersa, raro eso en una mujer cincuentona, el jugueteo duró varios minutos creo que casi una hora, yo ya estaba preparado para embutir el puñal de carne viva, pero ella no lubricaba apesar de que su piel me quemaba, debí utilizar un enguento algo parecido a la beselina fabricado a base de hierbas traido desde el Asia en uno de mis últimos viajes especial para señoras menopáusicas buen remedio -nunca lo había utilizado- pero agradezco a los chinitos que me regalaron dicho remedio, la diva estaba hambrienta no me dejó sacarlo un instante tiramos como dos horas seguidas, ya empezaba a amanecer debía tomar el avión de retorno a las 07.00 y no dejé coordinado el radiotaxi para que me trasladara al aeropuerto, insistió varias veces para que me quedara pero no accedía a su petición, recordé ala final que era una Diabla que seguramente salía del infierno cuando su piel me quemó.-

jueves, 24 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

Chupe de culo




Me besó en la boca sin siquiera saludar ni presentarse. Directo al grano. Me gustó la bienvenida. El Playman es un club de piluchas, ubicado en la peatonal Prat de Antofagasta. Tú puedes beber una cerveza por 2 mil 500 pesos y sapeas como una chica queda pelaita. Todas colombianas. Todas morenas, delgadas de cuerpos duros, no mucha teta y culos enormes como arañas. Camila era la más frágil. Parecía la menor. No más de 20 años. Culo delgado en comparación con el resto. Me besó por plata, estamos claro. De inmediato la vista se me fue al culo de Azucena. Camila entendió al parecer y se quedó con mi amigo. El terminó chupándoles las tetas. Azucena era despampanante. Monumental. Irreal. Exquisita ¿Cómo sería estar debajo de ese neumático, succionando sus pliegues, absorbiendo sus aromas, mamando aquellos jugos Kapos?
Me dijo que la esperara.
Tenía 40 lucas en el bolsillo. Se las pagaba con tal que me pusiera el culo en la cara. Nada de meterlo, sino chuparlo. Quería de esa energía, de aquella vitamina C. Rica mijita.
Llegó con cara de quitarme toda la plata. Mi amor –me dijo en su acento colombiano- que quieres hacer, hay un privado allá adentro, podemos conocernos mejor ¿Te gustaría que te lo chupara? –y me apretó las tetillas- Tai loca, yo te lo chupo a ti, quiero comerte la zorrita, mijita.
-Pero no me he lavado en toda la tarde, estoy un poco sudada-
-Mejor mijita ¿Vamos? Me gusta hediondita-
El privado era estrecho. Se sentó sobre mi cara. El fuerte aroma de entremedio de sus nalgas fue como un KO. Directo al mentón. Aroma a vino tinto, tabaco o algo así. Sabor a pimienta y oxido. Vinagre. A esto se le sumaba un leve olor a sobaco. Me excita el olor a sabaco de mujer como el de ingle acalorada. Rica ella. Tenía la zorra suavecita. Un pastelito. Estuve 10 minutos lamiendo las comisuras, sus labios carnosos, jugosos, de morena en celo. Pude estar varias horas. A todo esto me cobró 20 lucas. Con gusto se lo haría otra lavadita de neumático. Voy y vuelve, rematé.
Estamos claros que después del culorto hice gargaras con un montón de guevaas.

lunes, 30 de noviembre de 2009

http://www.lanacion.cl/cuento-erotico-mi-ultimo-trio-/noticias/2009-11-28/172341.html

domingo, 25 de octubre de 2009

miércoles, 21 de octubre de 2009

(Exclusivo desde China) Las aventuras en Yiwu, China, del Canciller de Iquique





Me tire una chinita joven. Su pelo negro contrastaba con su blanca espalda. Su temperatura estaba ok. Al comienzo un masaje tailandés para relajar en el baño de tina
Entre dedos y codos me liberó del estrés del viaje, 33 horas (desde Santiago a Francia 11 horas, casi 12 horas de Francia a Beijin y 10 más de Beijin a Shangai en bus y Yiwu 4 más). Ya era el momento de hacer sentir la patria en China.
Su ropa interior era negra como su pelo. El corte de su melena hacia parecer una pokemona pasada de moda sin lunares que contar. De labios gruesos y estatura 1.60
Sólo sonrreia haciendo su pega. Me hacía un masajito seco por los testículos, nada de malo.
Mis sudorosas manos empezaron su recorrido. Su culo suave como la brisa de la mañana en Yiwu causó motivaciones exageradas en mí, como siempre. Se veía tran frágil, tan finita cuando la poseí. Parecía una gacela, pero chillaba como rata recién parida.
Al final entre frutas que te ofrecen y tñe chino casi te bas desvaneciendo. Terminan pasando por tu espalda una saquito de un material muy fino su tela y en el interior lleno de piedras calientes. Todo invitado por la mafia china.

La habitación incluía condones, fruta fresca (manzanas, arándanos y naranjas. Todo por 32 lucas chilenas.

domingo, 18 de octubre de 2009

Mi último trío


Había perdido la sensibilidad.
Mi último orgasmo lo tuve hace cuatro años. Hace tres años y medio me separé. Y hace tres que trabajo como puta. No me da vergüenza decir lo de puta. Mi último orgasmo fue con Karina, nos juntamos para hablar de Felipe y terminamos tirando.
Soy de las que tiene que amar para tener un buen orgasmo. Amaba a Felipe. Todavía lo amo. También amo a Karina.
A veces cuando me están dado en cuatro patas, por detrás, imagino que es Felipe. Pero imposible, algo me sucede. Felipe me esperaba siempre. Yo terminaba primero y después él. Me decía que eso lo hacía distinto y se jactaba de que era un hombre iquiqueño. Los iquiqueños –decía- esperan a su mujer acabar y después acaban -y después seguía-; los hombres iquiqueños nadaban no sé cuantos metros diarios a mar abierto; tomaban seis latas de cerveza al hijo y podían tener dos mujeres a la vez sin que ninguna se diera cuenta porque el hombre Iquiqueño –se ponía majadero- comía mariscos y otros pescados de nombres que no recuerdo. Soy de Temuco. No soy muy buena para recordar nombres de pescados nortinos. Felipe, en todo caso, era un gran amante.
Una vez hicimos el amor siete veces en una mañana. Más bien eyaculó siete veces en un lapso de tres horas y después como si nada, salió a la playa a nadar. El estaba estudiando en la UNAP y yo trabajaba en una discoteca. Creo que el nado lo mantenía tan vigoroso. Desde la vez que fuimos a Tacna, comencé a llamar su semen como leche Gloria. Su semen era dulce casi siempre. Me gustaba que me lo echara en las tetas y en la cara, como en una porno. Rica la cremita. Veíamos bastante pornos. Especialmente los fines de semana. A él le gustaba hacer lo que salía en las películas. Seguía al pie de la letra. Me encantaba que me diera, que me chupara la zorra, que me diera palmaditas en el culo o que me untara mantequilla en mi chico para darme (esto por el Ultimo Tango en París, claro está). Le gustaba que me echara aceite de coco bronceador también y después culearme olor a coco.
Felipe fue el de la idea. Ya lo habíamos conversado, pero del dicho al hecho. La chica llegó con él. Estaba algo borracha. Se abalanzó sobre mi cuando me vio. Me desvistió en pocos minutos. Yo la seguí de caliente que soy y también para seguir a Felipe. Ya había tenido relaciones con chicas, antes de Felipe. Me gustaba. La vagina tiene un sabor especial que me enloquece, a diferencia del pene que no sabe a nada, o a veces está pasado a humedad –como el olor de los pies-. No es muy agradable chuparlo -ahora que soy puta me ha tocado cada huevón, por esto les digo que se duchen antes-. Rica la pendeja. Ella me empezó a comer los pezones primero, y después mi ombligo hasta terminar con su lengua con piercing metida en mi vagina. Felipe se masturbaba y a ratos sacaba fotos de la escena. En un momento sentía la humedad de sus lenguas en mi vagina como en mi culo. Felipe estaba detrás de mí. Ambos se besaban fuertemente con mi aroma. Yo estaba excitadísima. En eso siente su pene adentro de mi vagina, y el dedo de ella en mi culo. Me comenzaron primero suavemente y después con frenesí, hasta que no soporté más y tuve mi primer orgasmo. Después Felipe acabó en la boca de Karina. Recuerdo su cara risueña con el semen saliendo de su boca. La besé.
Ella me dijo su nombre cuando descansábamos. Felipe había ido a buscar una cerveza. Me dijo que lo amaba y que llevaban tres meses de relación. Atiné a reírme en ese momento. No le creí pues pensé que era una puta que había contratado para complacerme. Después supe que yo era la equivocada.
Felipe reapareció con una cerveza en la mano y su verga semi erecta. Las dos como perras nos fuimos a mamarla. Yo sabía que ahora le tocaba a ella la metida. Y así fue. Como era pequeña de estatura –no más de 1.62- Felipe le abrió las piernas como si ella fuera una sacacorchos y parado le incrustó su pene en su chico. Ella hizo una mueca de dolor con los ojos fijos hacia mi. Acto seguido me levanté de la cama, los apreté contra la pared y le metí mi dedo en la zorra. Estuvimos así varios minutos, los mejores que he tenido. Esta vez acabó en mi boca, y luego la besé y después ella lo besó a él.
Cuando terminamos me dijeron que habían decidido vivir juntos.

domingo, 11 de octubre de 2009

La fiebre del choro (por el bono de Escondida)




Llegaron Jennifer, Megan, Nevenka y la paraguaya Violeta. Todas de Santiago. Se quejaron del viaje. Más de 20 horas enlatadas en la butaca de un Tur Bus de los clásicos. Horroroso. En estos momentos Nevenka está en la ducha y Jenni con Megan fueron a comprar algo para comer. Dijeron que empanadas. Le encargué del Emporio El Salitre, en el centro, además que en ese lugar compran varios clientes míos. Son las mejores empanadas. Violeta es la más callada como paraguaya que es. Es la más alta, en todo caso. Piernas largas, buen culo aunque pocas tetas. Morena de rostro alargado y nariz fina. Es bella. Dijo que venía a ganar 30 mil pesos por cliente. No está mal para empezar.
Mañana pondremos el aviso en el Mercurio de Antofagasta. Dirá esto: Inauguración amigas íntimas, cuadros reales, Vip internacional, sirenas blancas (lo de la piel es importante por la gran cantidad de negras), reserva: 874 64 295. Mínimo 30 mil pesos.
Yo soy la quinta. No es necesario que les cuenta sobre mí, aunque dice que me parezco a la Andrea Dellacasa, que tengo un aire. He comido más de la cuenta últimamente. La Dellacasa pero hinchada. Tengo un amigo, un cliente más bien, que le gusta que lo acompañe a cenar. Vamos a un restorán que se llama Mondo y hacen una carne asada para chuparse los dedos.
El departamento lo pongo yo. En su departamento con cuatro dormitorios, dos piezas con baño cada una. Nunca vamos estar ocupadas las cuatro, claro está. Lo arrendé por alrededor de 350 mil pesos por tres meses, tiempo más o menos que durará esto. Estamos ubicadas en Angamos con los inmigrantes. Más detalles al fono.
Estas chicas me las recomendó Ariela, la argentina. Me aclaró que era ordenadas y que no venía a carretear. Ella anda por Iquique en estos momentos. Prefiere trabajar allá. Antofagasta es más feo, pero hay más plata. Más aún cuando por estos días los mineros andan dulces. Catorce millones de pesos les pagó Escondida por el asunto sindical ese. Varias de esas luquitas se quedarán con nosotras. Las esperamos con las piernas abiertas. Venga mineros en sus 4x4, aquí los estamos esperando.

lunes, 31 de agosto de 2009

Quiso ser monja pero su cuerpo no se lo permitió


Quiso ser monja pero su cuerpo no se lo permitió, con ustedes Yamila.

Troncoso es el presentador del Topless. Es un buen tipo –según mi concepto de bondad que puede ser discutible allá afuera por la moralina agasapada judeo cristiana que también puede denominarse doble estándar-, paga sus deudas. Repito: es un buen tipo porque paga sus deudas, por lo menos conmigo. Varias veces me hizo propuestas. Cochinas. Aquí todos te proponen, desde el taxista, pasando por el garzón y terminando por el dueño. Cadena alimenticia. Todos te quieren comer. Nosotras somos como una ensalada. El catador es el dueño. Aquí, en cambio es la dueña. También prueba. Se llama Verónica y es lesbiana. Desde hace un tiempo le gustan las colombianas. Ahora anda con Yamila, una chica de Cali que no tiene más de 20 años, delgada, blanca, de fino culo, pechos pequeños y duros tipo limón, de labios carnosos, pelo castaño y liso y ojos algo tristes. Creo que a Yamila le gustan los hombres, pero la necesidad tiene cara de hereje. Por ahora Yamila sólo baila. Domina el caño. Toda las colombianas dominan el caño. He visto negras gordas y culonas que hacen la invertida y exhiben el culo rojo como bistec. Lindo. Las caras de los gueones es impresionante. Babean.
Yo pituteo aquí. Aclaro no estoy en condiciones para hacer el caño. Se necesita tiempo y trabajo, además que soy tiesa para el baile, dirá que también soy tiesa para el pico. No es broma. Soy chica de compañía, igual me va bien. Los mineros son generosos. Quieren puro que uno les corra la paja. Como están medios borrachos, poco se les para. Les hago una refregada de tetas, algunos te pellizcan, duelo un poco. Después una sentada en la falda y a chupar copete. Si se acaba los gueones compran. Esa es el dinámica. Lo mínimo que gastan son 30 lucas, lo que valen 3 cervezas en el privado. Gastan de calientes. Calientes de mierda. Verónica, la dueña, hace poco se compró un Mercedes deportivo. Ya tenía uno clásico. En el deportivo pasea a Yamila. Dicen que la trata mal. Seguro. La chica anda siempre como triste. Incluso baila una canción de Marco Antonio Solís, la primavera. Recuerdo que la anterior chica varias veces llegó golpeada a trabajar. Sendos moretones en la espalda. Esa gueona de la Verónica es terrible de canalla. Mala la chuchesumadre. Mala culiá. Por mala le va a pasar alguna gueeaa, típico.
Saludos desde Calama, Carmen.

jueves, 27 de agosto de 2009

La última joyita del porno: Haley Wilde

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viernes, 21 de agosto de 2009

La inquilina


Llegó una argentina al club. Se llama Ariela y trabajaba en un privado de calle Corrientes, en Buenos Aires. Decía que se tragaba a tipos hermosos y uno que otro chileno. Sincera ella. La pasó bien, pero los años pasan. Viene de vuelta en esto. Tiene 35 años, pero acá parece de lujo. Está operada de las pechugas y mantiene algo de botox en los labios. Me gusta como habla. Una amiga bromeó que me la quería tirar. Igual me daría algo de vergüenza que un cliente nos lleve a ambas en onda tribadas. Salgo perdiendo. Claro, el tipo le daría a ella más que yo. Ariela es espectacular: de cabello rubio y liso, rostro delgado con la nariz larga y unos ojos azules –heredados según dijo de su padre polaco-, cuello alto, senos grandes por la silicona y eso si, caderas algo estrechas, no como yo, por ejemplo. Le gano en algo, igual que en la estatura. Mido 3 centímetros más que ella.
Me pidió asesoría. Se la di, aunque ella trae sus propias ideas. Por ejemplo: le gusta esto de los avisos de papel en los teléfonos públicos, mejor cerca de la placa bancaria. Quiere tirar con tipos de corbata. Aquí la plata está en la minería. Obvio que aquí acostumbramos al aviso en el diario. Sale más caro, en todo caso pero es efectivo, la fuerza de la costumbre. Dice que en Argentina conviene el aviso del teléfono, en concurridas calles. Así trabajaba ella. Me cuenta que se tragó –dice entre risas- a unos bancarios de lujo. Rubios. Nadie discute a estas alturas la belleza masculina de los argentinos. Recordó que los chilenos llegaron por miles cuando fue el corralito. Todos a putas. La mayoría las trataba bien. Medios tímidos. De ahí que decidiera venirse, cuenta.
-Son tímidos, les gusta mirar.
Desde ayer ella está viviendo en mi departamento. No es un departamento grande, pero es bastante agradable, a pocas cuadras de Cavancha. Lo tengo bien decorado. A algunas no le gusta y es que los gustos de las putas en decoración son variados, colorinches. En la Zofri hay bastante para decorar además. Decidí alojarla porque se nota que es una mina tranquila. Lo de su hija me convenció. También vivo con Carmen, pero ella va y viene de Calama. Está pasando más tiempo allá. Le está yendo bien. No soporto Calama en todo caso, me gusta estar frente al mar, en Iquique.
Tal vez nos amemos con Ariela, eso lo dirá el tiempo o la oportunidad. Yo estoy dispuesta a conocerla, a degustarla.

viernes, 17 de julio de 2009

Sexo con queso philadelphia


No soy una gran chef, aunque salvo. Esto de salvar le queda a quien ha degustado de mis bocadillos. Mi especialidad son los canapé tapaditos de camarón y empanaditas cocktail de petit bouche. Ahora estoy intentando con los sushis. Ya te puede dar cuenta que me gustan las cosas pequeñas de sabor concentrado. Aunque, claro, en el día a día como de manera normal, como cualquiera. Tengo varias picadas de comida de casa en Iquique. Todas buenas. También soy de los completos. Por años fui a comer donde la tía Charo, en sexto oriente con Thompson. Los mejor de la tía Charo eran las papas chuño con charqui, o la sazón de las ensaladas. Como harta ensalada por una cuestión estética. Recomiendo la ensalada César del Shopdog, todo un clásico (en Vivar con Sargento Aldea).
La comida china no me gusta mucho, pero la como. A la mayoría de mis clientes le gusta la comida china, en especial ir después de la cachita al chifa de la calle Tarapacá con Amunátegui. No sé que le encuentran a todo eso. Recuerdo una vez que uno me quiso meter un arrollado primavera por la vagina. Era un minero de Collahuasi. Después el tipo se lo comía con unas ganas. Me decía que mi zorra tenía un aroma más suave que el de la salsa de soya. Lo detuve cuando intentó introducirme el arrollado por el culo. No. Demasiado.
Encuentro más sexy que te unten con manjar y te chupen las tetas. Todavía es una fantasía para mí.
La que sí se me cumplió anoche fue la del queso Philadephia, casi la misma textura que el manjar, con mermelada de frutilla. Todo por esto de los sushis.

Una amiga que trabaja en lo mismo que yo (a veces no me gusta decirlo, hay días claro), me dijo que hiciéramos un curso rápido de sushi. Que además de aprender a hacerlos, podíamos comerlos todos los días, pues son sanos y no engordan. El asunto pasa por aprender a enrollarlos y todo eso. Fuimos.
No me pareció raro el lugar. Estoy acostumbrada a ir a diversos lugares. A veces las apariencias engañan. Subimos por el ascensor, tocamos el timbre y nos abrió la puerta el Marcos, un antiguo cliente. Obvio: efusivos saludos y abrazos. Con los años está mejor, algo canoso y más delgado. Había dejado de tomar, me dijo después y estaba dedicado a su negocio de sushis. Tiene varios restoranes en Playa Brava.
Después de la clase nos ofreció un ron cubano añejado que había comprado en la zofri. Exquisito. Seguimos. Dijo que haría una excepción esta vez con sus alumnas favoritas y se lanzaría. Nunca le creí aquello de que no seguía tomando. Bajamos la botella de ron y mi amiga se fue. Le dije que lo podía acompañar en unos minutos más. Sabía lo que venía. Me gusta él. Y me gusta además que le esté yendo la raja. La clase gratis, obvio, y la cacha no tanto. Trabajo, tabajo y trabajo.
Nunca antes le había dado importancia al Philadelphia, pero me gustó su textura. Me puso mis dedos sobre el queso, los untó bien y me los llevó a mi boca, acompañado de mermelada de frutilla. Le respondí que me gustaba esa combinación agridulce.
Ya sin la polo me comenzó a besar los pezones, que ya estaba bastante erguidos, hasta que se le ocurrió la gran idea. Me los untó dePhiladelphia y después lo chorreó con mermelada. Fue exquisito. Yo estaba caliente. Le hice lo mismo en su pene. El continuó con mi culo.

jueves, 16 de julio de 2009

Yoga, Yoga, así da gusto

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domingo, 5 de julio de 2009

Selerup 50 (o la solución de los cuarentones)


Estaba en Pica cuando supe de la muerte de Michael Jackson. Fue el viernes. Dos o tres días después que murió. Pobre negro. Me da pena pensar en él. Recuerdo Moonwalker. Había una pandilla en Iquique que le decían los "Moonwalker". Era finales de los años 80. Yo era una pendeja del Colegio Inglés. Con jumper, pero no virgen. La pandilla del "Perro" Carlos. No sé que habrá sido de él. Tanto tiempo. En fin, las cagadas que quedan cuando uno se aísla del mundo. Había estado un par de días en las cabañas de la caja de compensación a pocos kilómetros de Pica. En la Huayca. Se parecen a la Casa en la Padrera. Un paraiso en pleno desierto. Verde como una lechuga. La pasé chancho. Asaditos, cervezas y sexo. Mucho sexo. Me invitó un viejo cliente. El Williams. Llegó a Iquique por una venta de motores. La hizo corta y quedó libre. Le cobré 100 luquitas por dos días, con todo pagado. Al final le cobré 75 lucas. Se portó re bien el loco. Podía haberlo hecho gratis, pero una tiene que pagar deudas. La típica. Con clientes como él, una se casaría. Me gusta. El problema es el problema, diría Arjona. El problema es que está casado y con la media familia en Santiago. Lo chupan como teta. No se quiere separar por los hijos. Me gusta cuando habla de sus hijos, pone los ojos medios tristones. Es tiernucho. Igual gana sus lucas. Bastantes. Me gustan los cuarentones, ya medios sueltos de cuerpos –no con tanta ponchera- y con ganas de pasarla bien. Tipos con plata. Williams es de ellos. Desde ahora le diré Willy. Tira como los dioses. Sabe esperarla a uno. De quince minutos a veinte minutos duraban las cachas. Los medios orgasmos. Se pone la piel de gallina cuando me acuerdo. Me lo hizo por todo los hoyitos. No la tenía tan grande tampoco. Normal. Después de tres minutos de descanso a seguir. Y así sucesivamente. Willy, el de la ponchera cervecera, parecía cabro de 20 años.
Yo sabía del Viagra nomás, aunque sabía que había otras pastillas similares. El secreto de Willy para tirar como los dioses era el Selerup 50. Me lo aprendí de memoria, jejeje. Una pastillita una hora antes de ponerlo y listo. Incluso se la tomaba con cerveza. Compramos en la Zofri como 90 latas de Tecate. Los gueones curaos, jejej. Tomamos 60. El resto para el camino.
A ese ritmo el Willy me hizo pebre. Igual voy el ginecólogo. No crea por ser puta no voy. Lo hago y habitualmente. Me dijo que la zorra la tenía reforzada. Zorra de lija o algo así. Una vez un ginecólogo quiso tirarme pero aquella es otra historia. Si no está la zorra, este el chico y sino la boca. Siempre hay algo.
En esto todo depende al final que el cliente la tenga chica. Menos sufrimiento. Como llega de todo, a veces hay que aguantar. En el caso de Willy es un agrado. Puras bondades. Quedó de llamar la próxima semana, cuando otra vez venga a vender motores. Yo lo espero con las piernas abiertas.

domingo, 14 de junio de 2009

El artista


Una puta debe ser reservada con sus clientes. Es una ley tácita, algo. Iquique es una ciudad pequeña por esto varias veces me encontré con alguno de ellos en los bancos. Ahorro, pero aquello es otro tema. Si hablamos de porcentaje el 95% de aquellos clientes ni siquiera me saludó. Tipos casados, de doble vida. Lo entiendo pues la mayoría de las veces llegan casi borrachos, en el punto que ni se les para. Guevones. Hay casos patéticos como el artista que se quedó dormido.
El 5% de los clientes sí me saluda o saludó, algunos de manera bastante cariñosa. Uno me invitó a tomar café. Otro, un conocido futbolista de la selección que fue a Francia 98, me quiso llevar con todo pagado a un resort en Concón. Nadie me cree cuando la cuento. Nadie cree cuando a una le va bien. Era por un fin de semana nada más. De los famosos, en general los deportistas son los que tiran mejor. Algunos futbolistas son exquisitos. Recuerdo a uno que le decían "El Galleta". Venía a la Zofri habitualmente. Le gustaban los perfumes. Decía que vivía en Antofagasta.
Recuerdo que cuando llegaba la caravana de la Teletón todas las putas nos alegrábamos. Con ésta llegó el artista que se quedó dormido. Era una fiesta. Siempre caía alguno. Hasta los maricas se ponían felices con los chicos de "Rojo". Era impresionante como caían por estos lados los artistas solidarios. Nos cantaban: un golpe de suerte eeee, tamaña gueaa aaaaa.
No soy la gran mina, así espectacular como la Andrea Dellacasa –a la que conocí cuando recorría Chile en el Team Cristal. Linda ella-, pero valgo lo que cobro en este mercado. Dicen que tengo un aire a la Dellacasa. Supongo que por el rostro y las tetas. Son piropos demasiado generosos, más ahora que bordeo los 26 años. A los 18 era distinto. Estaba dura. Partí cobrando 40 lucas, ahora voy en 25 lucas. Terminaré en 10 lucas, como terminan todas con más de 30 años. A las chilenas nos cuesta mantener el cuerpo duro, para esto es necesario hacer algo de ejercicio. Yo por las tardes me voy caminando desde el departamento –vivo en La Tirana con calle 5- hasta donde trabajo en la Península Cavancha. No como tanto además. Me cuido. Hay que estar a tono por la competencia de las argentinas, paraguayas y las negras. He visto negras de 35 años o más, que tiene el cuerpo de mina de 18 años.
El golpe de suerte sucedió después de un show en las afueras del Teatro Municipal en el marco de la caravana de la Teletón. Fue como hace cinco o cuatro años. No soy muy buena con el tiempo. Esa noche con una compañera, Mariana, una negra de Brasil que hablaba como argentina y que tenía un culo maravilloso, nos tomábamos unos tragos en la barra del casino. Yo empecé trabajando afuera, en los estacionamientos. Historia larga aquella. En fin, luego estuve un tiempo trabajando adentro. Nos movía un chico que en el día trabajaba en la Radio Paulina. Un locutor. El asunto era simple. Dentro del casino –en las noches iba a locutear- él entregaba unas tarjetas con nuestros servicios a quienes él pensaba que andaba urgido. Los hombres se distinguen entre ellos. Se huelen. Así llegó este conocido artista, cantante con varios años en el cuerpo. Nosotras felices. Había acordado 80 lucas por las dos, o sea 20 lucas fueron a los bolsillos del amigo.
En esto de puta es necesario hacerse la idea de tirar con otra mina. Por último fingir. Esa noche con la negra habíamos decidido fingir más que tirar, si algún gueón quería el plato doble. Era nuestra primera cacha de la noche, así es que andábamos limpias. Además que en Iquique los perfumes están botados. Ningún drama. Primero la lamería yo, y después ella, y así sucesivamente hasta que el gueón acabara.
El cantante ya venía con su copete. Antes de partir nos invitó a dos más. Al final tomamos tres y todos nos fuimos embalados. Nosotras con la plata en el bolsillo. Al verlo, el taxista nos llevó gratis. En el motel nos dieron la mejor pieza con el jacussi más amplio con el fin que cupiéramos los tres. Es triste decirlo, pero tenía sólo el rostro aceptable. Bien afeitado y nada más. Su cuerpo era fofo, medio culón y bastante lampiño. Para que hablar de su pene. La negra me miraba con cara de que aquello no le haría ni cosquilla. Nada. No le llegaría ni a la cuarta parte de su culo. El tipo no se dio cuenta menos mal. Pidió más copete en la puerta del motel. Nos trajeron esas típicas guevadas adornadas con un paragua. Creo que era Primavera, no sé. Tomaba mientras me chupaba las tetas y después la zorra. Por cada sorbo le daba un beso a la negra. La negra ponía cara de caliente y me agarraba la otra teta. Notaba que al gueón no se le paraba. Pensé que el agua estaba muy caliente. Por esto le dije que abriera la llave del agua fría. Tampoco se le paró. La negra se sacrificó y le hizo un mamón de varios minutos, pero nada. La guea –me dijo después- parecía chicle en la boca.
El cantante sólo quería seguir chupando. Ya en la cama, pidió otro copete y quiso que nosotras bailáramos y nos besáramos. Lo hicimos. Igual hacía frío. La negra le ponía más color. Le ponía samba y el tonto como era cantante tatareaba unas gueaas tipo bossa. Así estábamos hasta que el gueón comenzó a roncar. Nosotras nos arreglamos y nos fuimos. Parece que la negra lo partió con más lucas. Nunca me dijo.

domingo, 7 de junio de 2009

La gran Kung-Fu


Hace dos años. Debe haber sido el 2007, verano. Aquí en Iquique, conocí a un boliviano, de Santa Cruz de la Sierra. Nada de rasgos indígenas, y no tengo nada contra los indígenas así es que no me califique de racista, y es que no me gustan de aspecto. Aunque en esta profesión hay que hacerle a todo nomás. Chao los prejuicios. Chao los olores. Sólo importa la plata. El metal. El chico se llamaba Sebastian, de torso fuerte y un miembro normal -16 cm-. Lo mejor es que, a pesar de su edad –no superaba los 23 años o menos- sabía controlar la eyaculación. Me dejó loca. Nos acostamos varias veces en las dos semanas que estuvo en Iquique. Al principio me pagó. Después le hice rebaja y así sucesivamente. Consumía bastante cocaína. A lo mejor tenía que ver con algún narco. No lo sé. Ni me interesa.
Recordé a Sebastian por la muerte de Kung-Fu. Pobre chinito Carradine. No sé lo que le pasó, pero al final murió en su ley. Degenerado el tonto. Había hecho bastantes rarezas en este oficio de puta. La más normal es que algún resuelto te pida que le metas el dedo en el culo. Me ha sucedido varias veces. Acá en Iquique son varios los que buscan aquella práctica. Les da miedo contarle a sus mujeres. Reprimidos. Claro, prefiero perforar los culos jóvenes. Previo preservativo en el dedo. Después harto jabón. En fin, Sebastian me lo pidió a la tercera vez. Yo le había dado mi culo a la segunda. Lo tenía normal así que no me dolió. La experiencia me dice que a los que les gusta tirar por el culo, también les gusta que le metan el dedo en el culo. Sebastian a pesar de su corta edad, era un experto en la cama.
Como en la quinta vez que nos juntamos me habló de asfixiarse, o estrangularse al momento del orgasmo. Es lo mejor que te puede pasar, me dijo. Hazlo tú, le dije. Jalamos. Bebimos cervezas y nos chupamos. Así, se amarró la cuerda de sus botines al cuello, mientras yo se lo chupaba como loca. Me excitaba todo eso. La sensación de experimentar su cuerpo joven, su respiración media entrecortada, su cuello, la cuerda, su pico caliente en mi boca. De reojo le miraba la cara, y adoptaba un tono rojizo en especial en su garganta. Yo seguía chupándole, y claro, sentía como su verga se agigantaba en mi boca y Sebastian, de paso, comenzaba a temblar, entero. Fue ahí cuando su pene hinchado soltó el semen y Sebastián cayó al suelo, mareado. El segundo orgasmo fue con mi dedo metido en su culo. Quizás en qué andará ahora.

martes, 26 de mayo de 2009

jueves, 23 de abril de 2009

Quiero ser como Jenna Haze


Cómo dijo alguien por ahí, un anónimo, esto no aporta nada, si claro, el objetivo es aportar a la luz o luz clarita de la life, la existencia, la profundidad, jejeje o para ser más específico, literatura si se considera a la literatura algo del espíritu, una proyección, un haz de luz u otras tamañas cosas cursis e imbéciles. Mejor lea la biografía de Dalai Lama. Imposible. Las putas nunca han aportado ¿O sí? El ejemplo de a continuación ya es un lugar común: María Magdalena, la puta, aportó en la difusión del cristianismo. Fue la zorra del cristianismo, la religión por estos lados. -prefiero a los curas que esos weones musulmanes, de repente sale un cura rico- Contradicciones como todas aquellas que habitan en nuestro cerebro. La dualidad o las apariencias. No vivimos como pensamos. No. En Chile a esto, le llamamos doble estandar.
Desde ahora escribiré como Antonia, la puta bisexual que soy, la real.
Si usted esto lo lee como literatura bien por usted, o si lo lee como entretención también, o si usted es perverso asumido mejor. Si lo lee a escondida, está mal. Hoy es el Día del Libro, lindo en verdad. Entre cachar y leer, prefiero cachar. Tan muy fomes los libros, al igual que los escritores. Todos tipos feos, algunos regordotes, socialistas trasnochados, etc medios barbudos que fuman cigarros para verse más cool. También los hay los que escriben por encargo de las editoriales biografías de jugadores de fútbol o héroes nacionales ¡¡Qué asco!! Podrá decirme ahora, que soy una escritora resentida, jejejej, me gusta eso, al igual que escritora frustrada, etc, me gustan esos nombres.
Esto está repetido, pero lo que usted lee es parte de la realidad, nada más ¿O no le gusta culear? A mi sí, me encanta culear, es lo mejor que le puede pasar al ser humano. Los hollitos húmedos son lo mejor, sí. Júzguenme. Los machistas me dirán maraca, los calientes puta y así sucesivamente. Me gusta lo de cachonda. Me lo dijeron en México, por el año 1998. Cachonda. Linda palabra. En México, en una feria media calentona del DF, bebí una sopa que se llamaba Sopa Cachonda, algo así como el viagra femenino. No le digo como que dejé al hombre, la pichula parecía de ule. Me tuve que tirar a otro y después a otro. Rico. El pico siempre es bienvenido por la zorra; por el culo ya es otro tema. Un día escribiré lo que hice en Cancún.
Basta de antesalas, el objetivo de esto es declarar mi adicción a Jenna Haze. La amo. Me gustaría que una como ella, me folle, me chupe el clítoris, me coma, me meta un pichula d eule por la zorra y después por el culo (mentira, jejej). Me gusta Jenna Haze, por sus perfil fino, sus ojos, su rostro alargado y por su culo.
Se viste como lola, además, como teen. Hace porno teen. La he visto con una polerita amarilla bien ceñida, chupando unas pollas de 22 centímetros. Y lo peor, metiéndose esas pollas en su culito rosado, estrecho. Jenna debe tiene 28 años, pero representa con tanto maquillaje una chica de 20 o algo así. Te veo en: http://www.jennahaze.com/ No tiene mucho seno, es flaquita, como modelo. Rica. Podría escribir más de Jenna, pero me dio hambre y Alejandra, mi pareja, tiene lista la cena. Voy y vuelvo.
idola

jueves, 5 de marzo de 2009

Turismo en disco de ARICA




De lujo la temperatura en el Norte con el Negro Mafla.

(la foto vale mil palabras, dice el dicho).


o también UNA RADICAL CHUPANDO EL PICO A UN DC (revisar el tatuaje de Negro Mafla).

y que cuentan las malas lenguas, ah, ah... jejejeje ¿Fue parte del festejo de un cumpleaños? ¿Choripanes?

Unica, grande y nuestra, grande la gordita.

jueves, 26 de febrero de 2009

La ciudad de los cornudos


En el centro de calle Tarapacá de la Oficina Salitrera Victoria estaban las dos escuelas: la de Hombres Nº 51 Gustavo Soto Arancibia y la Nº 44 de Niñas. Pegadas a estas se encontraba el cuartel de Carabineros y el de Bomberos. La cuarta parte de esa cuadra pertenecía a Carabineros residentes donde habitaban el cabo Jeria que años después, en otra destinación, se quitó la vida al saber que su bella esposa le ponía los cuernos; el cabo Chimaja, conocido por su demencia de barrer a diario toda la cuadra y hasta el techo de su casa; el sargento Sánchez que jubiló en la Serena esposo de doña Georgina y padre de "Cachitín"; el cabo Espinoza que después de jubilado se enroló como vigilante en un banco de Iquique y también recuerdo a uno que llegó sede el sur , para ser mas preciso de Nueva Imperial, el cabo Wenchicoy que tenía cara de gringo. Todos cornudos.
También estaban los civiles como don Mario Torres -cuyos cuernos se vieron hasta en Iquique-, el “Oso” Valdivia, el profesor Amonte, el señor Sánchez padre de René, Ricardo y Jannet, que también no se salvó de los cuernos del diablo y como no, doña Julia se las hacía con un ingeniero de la planta de lixiviasión; como no recordar -dijo el viejo- a doña Ermelinda que trabajaba en la pulpería como cajera -a ella la intentamos ver desnuda desde el techo de su casa-; don Adolfo Carvajal quien se fue con su amante a Iquique y su casa fue ocupada por una familia que llegó desde Tocopilla, una gran y numerosa familia que dejó plasmado su apellido "Araya" por sus escándalos.
Como el niño que era, jugaba siempre por calle Tarapacá. Con unos amigos confeccionábamos unas ruedas que guiábamos con un manubrio de alambre galbanizado. Pasamos tardes enteras jugando a lo mismo. Una de esas tardes la broma de un amigo terminó en una suerte de explosión de una de las ruedas. El rescate de un manubrio me llevó a un techo donde viví una de mis mejores experiencias en esto del cachondeo clandestino de Victoria. Fue cuando descubrí una mujer que gateaba por entre las claraboyas que le servían de parapeto, ciertamente se trataba de algo raro: una señora que al primer vistazo no reconocí pero que después de su confianza y descuido supe de quien se trataba.
Era la mujer de Torres más conocida como la "Flaca", diminuta pero con una silueta que la hacía ver muy atractiva. La seguí atentamente. Mi actitud de voyerista empedernido que en el futuro me haría un fotógrafo me dio la paciencia para observar su destino final. A mis casi 9 años conocí el perfil de la mujer que engaña a su marido y lo que son capaces de hacer ellas por conseguir su objetivo. Con el pasar de los días, ya éramos varios los que escondidos dejábamos ver a esa mujer en busca de su lechita.
Cuando faltaban dos días para Navidad don Mario, que también las oficiaba de ayudante de entrenador de la selección de fútbol debía viajar a Tocopilla en busca de un campeonato. El bus, en tanto, que debía pasar a las 6 de la madrugada retrasó su llegada por la cual el señor Torres regresó a eso de las 07.45 a su hogar en busca de café o algo para el abrigo. Hasta ese entonces "la flaca" -que ya había perdido la vergüenza- intentaba entrar ya no por el techo, sino por la puerta principal de la casa tatuada con el número 17. Torres, ya convertido en el cornudo oficial de la cuadra, la sorprendió en la puerta de la casa 17. Luego vino una brutal gresca que despertó a toda la cuadra, y donde Torres barrió el suelo con la mujer ante la mirada atónita y desesperada de los vecinos. Mi madre me dijo que eso le pasaba a las mujeres que se portaban mal con sus maridos. El amante de la Flaca, como los pacos, hicieron la vista gorda.
A pesar de todo los hematomas y heridas, la Flaca se fue con Torres a otra ciudad. Nunca más vi a esa cornudo, ni a la Flaca.
Esta es una vivencia que deja con historia a mi cuadra Tarapacá y a quienes viven de sólo recuerdos de la gran oficina salitrera Victoria, que fue la cuna de hombres grandes y revolucionarios, pero cornudos.

jueves, 19 de febrero de 2009

viernes, 23 de enero de 2009

Se llevaron preso a Julio Prieto (por el Canciller de Iquique)


La semana pasada conversando con uno de los canallas de la prensa, me comentó que a Julio Prieto , si el viejito de 82 años y "empresario de la noche", en una de esas diligencias de rutina , la policía de investigaciones o PDI lo tomaron detenido; cuento corto: un viejo parte sin aclarar del Erika, bar también de su propiedad ubicado a unos 50 metros del renovado Cesar Bar -de calle Serrano- y todo por vender copete a menores. Después de unas cuantas horas de reclusión en el cuartel de la PDI logró salir en libertad pero aclarando que "es la primera vez en mi vida que me toman preso".
Recuerdo la primera vez que entré en el local de ese pecaminoso, fue un 20 de mayo del año 1979 o 78, si claro, estaba junto a mi amigo de toda la vida el Toño -que por estos días se gana la vida en la capital y le va la raja como profesor de día, y portero de burdel de noche-. El Julio Prieto, se llamaba como el dueño el local, quizás fue el último bastión de la jarana cumbianchera, un baluarte de Soriapolis. Ya desaparecidos también estaban el Yorca - era un maricón que tenía un prostíbulo en la avenida aeropuerto con Diego Portales, en el tiempo que la cancha de atrerizaje aún estaba en la city. En la puerta del Yorca siempre había un maricón de portero que con una exuberante peluca parecía un león- atrincheró en el poblado de la Tirana, el maricón Ramón QEPD, La marieta que le perdí el rastro y tantos más que marcaron una época de esplendor de los burdeles en este histórico y revuelto Iquique.
Don Julio así le han dicho toda la vida ya un veterano hoy, se niega a abandonar su negocio, y la prueba más palpable es que hará un par de años tomó la decisión de reinventar su local , entonces el viejo caseron "Julio Prieto" se convirtió en el hoy prestigioso "César Bar", un salón de lujo con decoración georgiana quizás el mejor de los cahuines de la zona norte y reconociblemente seguro para todos. El Sida no entra. Don Julio ha resistido todas las crisis y habrá que reconocer que es un gran "Hombre" pues como empresario y persona, dicen que es un 10, mi pregunta es ¿Podrán declararlo hijo ilustre? extrañamente acude esa interrogante a mi mente y creo que me respondo yo mismo, no creo. Si un negocio como este no puede ser destacado, pero quien no conmoce a Julio Prieto si creo que es hasta un ícono de esta ciudad, bueno entonces esperemos a que muera y pase a ser uno mas de los hijos de esta ciudad que han dado nombre y porque no decirlo prestigio a este puerto que alguna vez fue caleta y que con personas como don Julio hoy es una gran ciudad y de pasada decirle a ese policía ignorante que no lo detenga más menos si ya tiene casi en siglo de vida, amen.

lunes, 19 de enero de 2009

Sexo en tiempos de crisis (por el Canciller de Iquique)


En tiempos de crisis las"damas de la night" deberían rebajar sus tarifas, rajarse. Aquí va mi última experiencia. No fue una transacción cualquiera, vamos al grano.

- Buenas tardes -fue después de las 18 horas, y tras chupar tres tarros de cerveza frente a Playa Brava en mi Corsa plateado- ¿Cómo te llamas?
- Carlita.
- mmm Carlita
-Y cuánto es el valor de tus servicios, Carlita.
-Antes dime tu nombre.
-Carlos -ni cagando le daría mi nombre real, más un canciller como yo, conocedor de oficinas y sucuchos o de la verdadera instalación de la OEA iquiqueña. Las putas son algo así como delincuentillas y no me lo discutan, este cangrejo sabe de eso.


Bueno Carlos mis servicios completos suman $25000, repliqué, mmmm... a ver Paty... mira tu debes considerar que ya estamos entrando a los tiempos de crisis por lo cual deberías reacomodar tus tarifas, recuerda que la crisis nos toca a todos por lo tanto yo estoy dispuesto a pagar 15 mil ¿Te parece?.

Después de un breve tiempo de meditación respondió: Vamos.
Bueno de esta forma quiero manifestar que las malos tiempos nos llegan a todos. El arroz, por ejemplo, o el pescado deberían reacomodar sus valores... apelo también a la locomoción colectiva y los moteles.
Ahí estaba yo en el goce de su piel más que hidratada, su vagina rasurada totalmente, un tatuaje con imágenes de signos japoneses o chino ilustradas en una de sus enormes tetas, el sabor de sus besos y el consumo total de mis 15 luquitas. Ahí esta yo tendido, mirando el techo del motel Tsunami y descubriendo un agujero en una de su muralla por donde se calaba el sol . Seguramente la crisis ya tocaba a este motel ... o tal vez un agujero intencional provocado para que alguien te mire. Sapos hay en todos lados.

-Carlita, tu deberías fiar... te parece, el fiado es una buena forma de empezar a ganar y tener mejores entradas, deberías aplicar fórmulas como la del Jumbo o el Líder. Imagínate una tarjeta llamda Carlita Presto. A fin de mes arreglamos.
-Tai loco.
De esta menera me empecé a despedir de la estupenda Carlita aunque al final accedió a mi petición de fiar -aunque no le creo pues quería que me fuera rápido, se notó-

En resumen la crisis aún no nos toca de cara, pero la paranoia que se produce con su anunciada llegada nos ha de pillar en buen pie; por esto un buen cangrejo debe tomar todas las precauciones, de lo contrario quedará el descalabro en nuestra economía casera y las doncellas dedicadas a esta profesión terminarán arruinadas y sin trabajo. Ojo estadísticamente la clientela ha bajado un 25% según Marcia Poblete ex dirigenta del sindicato independiente de las trabajadoras sexuales -dato: diario la Nación 15 de enero 2009-

jueves, 15 de enero de 2009

Soy un truhan, soy un señor


Yo quiero ser Julio Iglesias, y viajar en jet con putas de todas las razas. Yo quiero ser Julio Iglesias para alojar en un hotel cinco estrellas, con jacuzzi vista al mar, con azafatas rubias y pelirrojas. Yo quiero ser Julio Iglesias para que una morena de puvis felposo me vista de lino. Yo quiero ser Julio Iglesias para correr en pelotas con un shemale por una isla cocotera de aquellas de la polinseia francesa ¿Tahiti, puede ser?. Yo quiero ser Julio Iglesias para sonar en la radio y asi poder elegir a la próxima o al próximo. Yo quiero ser Julio Iglesias para cerrar el Julio Prieto. Yo quiero ser Julio Iglesias para gastarme por los dos lados.... derecha, izquierda, derecha, izquierda. Yo quiero ser Julio Iglesias para convencer a la puta de Raquel Argandoña con muletillas como: os amo y os adoro. Yo quiero ser Julio Iglesias para tirarme a la Kournikova. Yo quiero ser como Julio Iglesias para tirarme a las novias de mi hijo. Yo quiero ser Julio Iglesias para no envejecer. Yo quiero ser Julio Iglesias porque Julio Iglesias no usa viagra. Yo quiero ser Julio Iglesias porque maneja un Rolls Royce por la carretera mientras se lo chupa una mulata. Yo quiero ser Julio Iglesias porque tiene plata. Yo quiero ser Julio Iglesias porque en Iquique se pelearán por chuparle su callampa de oro. Yo quiero ser Julio Iglesias para hablar con Dios. Yo quiero ser Julio Iglesias para ser truhan, y un señor.

lunes, 5 de enero de 2009

Murió con las botas puestas (o la Concertación me pagaba la putita)

La cochina o sucia o asquerosa política trató de guardar la honra de su difunto que murió en el acto mismo, en el espasmo calentón con su chongo de carne enquistado en las carnes de una prostituta de nombre Carola, en la habitación de un motel básico –de esos sin jacuzzi, pero con cama king y alguna flor de plástico como adorno- y al hombre le decían Chuchoca, un cangrejo fino o langostino, y era algo así como una suerte de seremi o representante de una gueeá gubernamental que abunda en provincia con sueldo alto, con sueldo de sobra para culiar putitas, como diría el Canciller 1, y se jactaba por ello. La Concertación me paga las cachas. Gracias a mi, la plata de Chile llega a los sectores más vulnerables. Con mi plata ese mujer que se prostituye le compre leche a sus hijos, ven: es una cadena alimenticia. El placer es nuestro camaradas demócratas cristianos y la plata de los ricos, para los pobres de Chile. Somos el nexo.
A Chuchoca de tanta altruista chuchoca sudada de pelvis quedó de repente como una momia, duro, sin aliento, con los ojos blancos y la baba estilando por la barba mal cuidada, la puta experta en orgasmos, pensó que el hombre era epiléptico y no estaba tan errada la mujer, pero cuando trató de desengancharse del muerto entendió que el acto iba para más y por eso lo primero fue revisar los bolsillos del occiso, después la billetera, y después detrás de los pantalones. Encontró tarjetas de créditos y uno que otro billete, ninguno de gran valor, pero algo es algo. Luego llamó a los pacos y dio aviso en el motel. Ella, curtida por la vida, esperó sin problemas y explicó que lo de su cliente fue un ataque cardiaco provocado por una cacha, una buena cacha. Los pacos rieron. No había indicios de drogas, dijo ella. La ratis también le creyeron, pero fueron más tramitadores. El doc del médico legal confirmó: muerte por paro cardiaco en medio del acto. La Cuarta, el diario popular, picó como cavinza: iquiqueño murió con las botas puestas.
La fotografía de un reportero gráfico captó el momento justo cuando sacaron el cuerpo de la habitación rosada del motel. Rosada. La prueba de que al hombre le gustaba el gueveo a pesar de su familia, a pesar de los camaradas, a pesar de Don Pato Aylwin. El hombre debía pesar 70 kilos, según el doctor, pero andaba por los 140 kilos y le seguía dando al pebre, a las prietas Llanquihue con papas cocidas y al shopito helado. Tenía buen apetito Chuchoca. Antes los camaradas de partido habían declarado que el seremi murió en su casa, o en el patio, o en la esquina. Había muerto como un hombre intachable. Mentira. Los políticos son cínicos. Los politiquillos que ocupan puesto pequeños en provincia son peor. Son todos macacos, humanos después de todo, como usted o como yo. Putean y a veces, le pegan a la vieja. Macacos. Si bien los camaradas se taparon los ojos con el actuar de Chuchoca, la familia del hombre lo lloró en todo momento.
Antes que llegar la puta a cobrarle a su familia sobre los servicios prestados, esto decían sus camaradas en el funeral: fue un buen esposo, buen padre, amante de la familia, gran camarada que lucho para el regreso de la democración, amigo de los amigos...

QEPD, cangrejo Chuchoca.