miércoles, 22 de mayo de 2013

Curriculum de una Scort 2



Tuve que aprender a bailar y a desvestirme por completo para todos los tipos del local. Para una chica de apenas 19 años aquello no era fácil, por lo que muchas veces actué totalmente curada o con una pequeña línea de la "Blanca María" para prenderme. Los temas de Bon Jovi eran mi presentación, utilizando los trajes de Gatúbela o la Batichica, siempre me gustó Batman. Quizás por eso mismo que sabía mover bien la "Bati-cueva", como decía mi amiga la Nelly, mostrando todos sus dientes bien blancos y su tremenda bocaza al reirse desaforadamente, negra weona.

De a poco me fuí ganando un lugar y un nombre en el Night, a pesar de la envidia de las chicas mas antiguas, como la Jade, una rubia argentina que se decía había actuado en eventos privados para futbolistas de la selección, y se había comido entre otros al mismísimo Marcelo Salas. O la Nicky, una colorina pecosa y bien tetona, virtud de los 500 gramos de silicona que se gastaba cada teta y que dicen se los había pagado un traficante, pariente del fallecido Cabro Carrera. De todas, la mas bonita era la Sasha, alias la Rusa también, pero que en verdad se llamaba Claudia Molina. Con su metro 70 y rubia natural, seguía siendo una de las más cotizadas a pesar de que estaba pronta a cruzar la frontera de los 40. 


Era bonita, pero ya estaba carreteada, como decía mi mejor amigo del local, el Killer, un guardia bisexual con el que mas de una vez nos fuimos de líneas y de cachita en la pieza que arrendaba. Si bien no era un modelo, con esa ponchera digna de ex-panadero y un corte en la cara que disimulaba con una barba bien definida y varonil, sus abrazos me hacian sentir protegida y querida, y me encantaba amanecer apretadita y calentita en su cama de una plaza, totalmente desnuda a lo cucharita con él, escuchando la radio con música suave , mientras en el pasillo se escuchaban los pasos fuertes y acelerados de los que salían a trabajar.


Igual estaba medio aburrida dentro de ese mar de arpias que era el Night Club. Si no fuera por la plata. Más de alguna vez me escondieron el traje las maracas y tuve que irme de cachetadas con la mismísima Jade una vez dentro de los camarines por un lapiz labial dorado. Al final el jefe tuvo que intervenir, amenazándonos con sacarnos cagando a las dos si se repetía el chiste. Pero valió la pena el round. Solo así pude ganarme el respeto de todas las weonas.


Una vez llegó un tipo ebrio, se suponia que era importante. Todas se lo querían agarrar pero él se fijó en mí, o en mi culo como me confesó mas tarde tomándose un vodka. La cosa es que venía con un regalo para su señora, pero como se supone que se "enamoró" de mí, abrío la bolsa y me entregó un celular touch, nuevo y sellado en la cajita incluso. El par de besos largos con sabor a trago fueron suficientes para prometerme amor eterno, que se iba a separar y me sacaría de la noche, la típica. Claro que al otro día el tipo estaba temprano en el local para pedirme el regalito de vuelta, maricón. Después me enteré que el tipo era un diputado de no se que partido, claro que nunca más lo volví a ver.

Curriculum de una Scort


Al café entré gracias a una amiga. Necesitaba la plata, ser madre soltera a los 15 y sin un cuarto medio no te deja muchas posibilidades. Las propinas eran buenas, pero más te dejaban los servicios. Aquellos baños húmedos y rayados fueron testigo de mis mejores perreos y quejidos actuados para dejar loquitos a una cachá de viejos verdes. Siempre volvían. Pero del primer café me tuve que ir porque el jefe, un paco jubilado, se acostumbró a ir a dejarme a la casa, previa conferencia con americana en su auto o doggystile en algún motel de mala muerte, todo esto sin algún dinero extra de por medio, solo por la gracia de trabajar en su puterío camuflado… viejo de mierda.

En el segundo café si que lo pasé bien. El dueño era un viejo gay, Don Jaime, que no me hacía mayor drama y hasta me regalaba tarros de leche porque según él, estaba muy flaca. “Las tetas y el culo mueven al mundo”, recuerdo que era su dicho favorito. Todos los fines de semana después de la pega nos íbamos a bailar o algún pub con las chicas. Mas encima, muchas veces dejábamos enganchados a los tipos con los que bailábamos para que fueran al Café. Negocio redondo. Ahí también conocí la Blanca María, como decía la Alexa, una amiga que después me probó entera y con la que estuvimos a punto de volvernos lesbianas, sino fuera porque su marido se la llevó pal Norte. Aún recuerdo la delicadeza de su lengua en mi entrepierna. Todavía estaría en el Venus, así se llamaba el Café, sino fuera por la Nelly, una negra colombiana, (culombiana decía Don Jaime) que me encontré en el centro y me pasó el dato de un Night Club recién inaugurado en donde las comisiones por sacarle tragos a los clientes eran super buenas, aparte de poder hacer bailes privados ahí mismo y aquellos otros trabajitos que eran los que mas plata nos dejaban.

Don Jaime y las niñas me hicieron hasta una despedida. Terminamos todas curadas y llorando a mares, incluido el jefe, quien me dio su última consejo: Recuerda niña, nunca te enamores de un cliente. Consejo que por supuesto no obedecí…

miércoles, 14 de marzo de 2012

Vecino

Una sola mirada de aquella mujer me basto para darme cuenta que no le caí en gracia. Si hubiese sabido en que trabajaba en verdad, me hubiese odiado. Y la entiendo. A ninguna mujer le gusta que su marido ayude a cargar las cosas a una atractiva rubia, menos de una puta. A mis 28 años creo conocer a infinidad de hombres, también a las mujeres.

Durante los 4 meses que viví en aquella céntrica casa de dos pisos, solamente con Pedro pude entablar algo así como una amistad. Si bien sé que me miraba, con el deseo de cualquier hombre cincuentón por tirarse a una mina rica, nunca una falta de respeto, nunca una talla en doble sentido. Siempre un caballero. Me confesó que no le gustó enterarse de mi “profesión”. Que en verdad pensaba que era contadora y tenía mi oficina en casa jajajaja y que los tipos que iban en la noche eran comerciantes o contribuyente urgidos por trámites…(Justamente jaja).También que le costó juntar las lucas (no cobro barato), que se privó de sus cigarrillos y se consiguió con un amigo el resto, para que su mujer no se diera cuenta. Y que le hacía el amor a su señora pensando en mí.

Estando con Pedro a lo perrito, no pude evitar sentir culpa por su señora. No se, según él no acostumbraba a encamarse con putas, pero que yo lo volvía loco. Siempre he creído que el sexo se separa del amor cuando hay dinero de por medio, pero este hombre era diferente, no sé. En otras circunstancias, creo que pude haberlo amado. Pero tiene su señora y yo solo soy un ave de paso.

Antes de irme a otra ciudad, lo cual hago dos o tres veces al año, le regalé una hora de algo más que simple sexo a Pedro. Creo que lo amé en aquellos momentos, imaginé que el era mío, mi marido, mi hombre…por eso los besos, y por eso le entregué mi culo completito, incluyendo mi * para que se saciara bien y yo quedara en el recuerdo de este hombre auténtico, gentil, caballero. No me defraudó. Me dijo que fue la noche de su vida. Aunque no lo creas, para mí también, estimado Vecino.

lunes, 27 de febrero de 2012

Pitutitos

Trabajaba de promotora, modelo, según ella. Siempre fue bonita, también muy vanidosa. “Nació para reina”, decía su mamá, alimentando su ego a temprana edad. Y como no, si la rubiecita salió reina en el kinder, octavo y cuarto medio. A los 13 años ya tenía desarrolladas las curvas, admiradas por un lote de compañeros enamorados de ella, mas de algún profe caliente que la devoraba con la mirada y dos pololos. A los 21 ya había había promocionado bebidas, yogurts, cecinas, ropa, etc. Fue en la tienda donde conoció a Mario, supervisor de 42 años, casado, dos hijos. El tipo la joteó, la llenó de regalos, promesas y claro, la minita cayó. Cuando quedó embarazada automáticamente a Mario le renacío el amor por su esposa, y Cindy se quedó con una escuálida pensión, la visita del cuarentón los sábados y su adorado hijo. Lo amaba y daría todo por él. Una amiga le comentó lo de los “servicios”. Y bueno, su mamita vieja ya, los pagos de la carrera y los gastos de la guagua hicieron que la rubia se decidiera a trabajar de scort ocasional. Total, no era ni la primera ni la ultima universitaria que se hacia sus pitutitos, se dijo.

Estaba nerviosa en el departamento de su ahora colega de privados. Un tipo de unos 30 y algo, bien vestido y hasta atractivo pasó al living donde atendían las dos universitarias. A Cindy le llamó la atención el sujeto, puesto que pensaba que solo viejos, solterones y hombres poco agraciados pagaban por sexo. Cruzaron algunas palabras y el tipo escogió a Cindy. Le encantaba culiar rubias. La chica no pudo evitar sentirse halagada, por sobre su amiga, incluso en aquella limitada elección. Entraron a la pieza. Al darse cuenta de lo inexperta de la chica nueva, virtud de sus años de putero, fue él quien manejo la sesión. Comenzó a acariciarla y desvestirla, mientras la besaba entera. A Cindy le agradó el aroma de ese perfume masculino y le recordó a Mario, las cachas en la bodega de la tienda, los moteles, los asientos reclinables del auto…El tipo guió a Cindy a su verga erecta y la rubia se la mamó entera, incluyendo los coquitos en el jugueteo. Luego la tiró hacia atrás y le chupeteo la concha depiladita, a consejos de su amiga. La chica se dejó llevar y sintió un exquisito lengüeteo en su entrepierna. Por algunos segundos al aficionado a las rubias se le paso por la mente culiársela sin condon, la mina no se había dado ni cuenta, pero no quiso hacerle la maldad y se enfundó el pene, comentándole a la mina lo importantísimo que era de que ella se fijara en ese detalle. “Ohh, tienes razón, que estúpidaa…gracias”, le dijo al tipo. La mina se sintió en deuda con aquel desconocido y se esmeró en atenderlo muy bien. El hombre comenzó a penetrarla, la mina se sintió muy a gusto con aquel macho que la poseía en forma tan rica, sus tetas rozaban aquel pecho peludo, la lengua del tipo en su oreja… luego la cambió de posición para ponerla a lo perrito y darle bien duro. Cindy lo estaba gozando en verdad…

El hombre se vistió, anotó el celu de la rubia y con un beso bien jugoso dejó a la putita acostada en la cama. La scort recién estrenada se empezó a vestir, ojalá llegaran más clientes, pensó. Miró al velador y tomó los 35 mil pesos en billetes nuevos, como sacados recién del cajero. Se regocijó al pensar que quizás tendría suerte y le tocarían minos ricos, decentes, caballeros. Su amiga no tardó en llamarla. Afuera la esperaba un viejo flaco, medio sin afeitar y bien curado…

viernes, 15 de julio de 2011

Viejohot's

Ale se mueve como Shakira bailando el galeón español. Para su culo adolescente y hace remolinos junto al tata que celebra 72 años. La quiere como a una hija. Señora Ema da pequeños saltos encumbrando el contexto. Don Roberto que le sigue el ritmo, cierra los ojos bacilando hacia adentro. Piensa en lo bien que lo están pasando. Don Luis mira el escenario enfrascado en el culo de Ale que mueve su cabeza para todos lados. La señora Rebeca observa a don Roberto y sonríe porque hace tiempo que no ve tan feliz a su marido. La China da vueltas entre los bailarines levantando las manos y coreando “al aire su bandera, su estampa señera, tu mundo ha de conquistar”. El Tata también levanta las manos y comienza un trencito. Don Luis abre la boca embelesado tanteando el culo de Ale que ha quedado al final. Separa sus piernas como si estuviera en un topless con una mina sentada en cada una de sus rodillas. Tira su cuerpo hacia adelante fijando sus ojos en el remolino. A su lado, su esposa, la señora Rosa, mira con tristeza cómo se mueve Ale.

viernes, 15 de octubre de 2010

Who is Johnny Barrios? o ¿Quién es Johnny Barrios?







Usted, señor lector ¿Conoce a algún Johnny Barrios? Conozco a varios. Johnny Barrios representa hoy, la figura del casanova, del hombre con doble vida, del amante insaciable o de quien se repite el almuerzo en la casa y en el restorán de la feria. Como escribió un diario, la historia atrapa al mundo. Tal vez si los diarios extranjeros averiguaran más la realidad chilena encontrarían a muchos Johnny Barrios. Aquí los hay desde el Johnny Barrios que maneja un BMW hasta el Johnny Barrios que pernocta en el Hogar de Cristo. Hay Johnny Barrios vagabundos y Johnny Barrios médicos o ministros o diputados. Hasta el presidente puede ser un Johnny Basrrios encubierto ¿Quién sabe?
Demasiadas mujeres hay en Chile. Las de 40 años y separadas son más vulnerables. Las de 50, peor. La calentura es proporcional con los años: sube. Johnny Barrios, the real, ni siquiera necesita Viagra. Sabe atenderlas. Sabe esperarlas. Sabe dedicarle tiempo a los cueros. Sabe donde meter la lengua. Sabe de culos amargos y dulces. Sabe de callos. Sabe de mujeres.

Johnny no tiene escrúpulos de chupar juanetes.
No hay que ser bello para jugar doble. No. Se necesita un buen oído para escucharlas, unas manos ásperas y raspantes, de minero, para acariciarlas y sacarles suspiros y una herramienta aguantadora, más que una muy grande. Y verás como los ojitos de ellas se pondrán chinitos de placer y su boquita emitirá esos flatitos que endurecen la verga. Ni hablar de la leche cortada escurriendo por el cuello.
Johnny Barrios, buen nombre para un actor porno latino, después del rescate de los 33 se transformó en una máquina perforadora. Bien por él.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Conchitumariii, conchitumariii! (por el Canciller de Iquique)


La borrachera me despertó el apetito sexual y recurrí al periódico que informa, educa y entretiene. Páginas económicas nominación 1126: Putas o damas de compañía.
Estaba ultra caliente ese día y sólo quería darle por el chiquiturri a una hembra de esas. En mi mente me imaginaba ensartado con una negra de culo duro y firme o quizás, con alguna rubia de tetas crecidas y vagina tentadora.
Tras muchos llamados -luego de haber gastado como 3 lucas de la tarjeta telefónica recién adquirida para la ocasión- quedé de acuerdo con dos conejitas que prometían brindar el mejor de los placeres carnales que he conocido en mis "cuarenta y tantos" años de vida: el sexo anal.
La primera era una mujer de tes blanca que aseguraba ser de Punta Arenas. Buen forro, exageradas caredas, pero no muy convincente de cara y las 25 lucas que cobraba hizo remecer mi alicaída billetera. Su poco decorado departamento vio mi rostro por última vez cerca de las 13 horas, ya que tentado por un contacto realizado anteriormente, me dirigí a Latorre con Ramírez, por donde están los chumbeques KO. En una casa con un segundo piso toqué el timbre como 3 veces, sin respuesta alguna.
Cuando ya me largaba, frustrado, caliente y decidido a caer en las redes de alguna callejera chica fácil, justo... cuando daba la media vuelta, entre una puerta que se dejaba abrir a medias apareció una mulata extraordinaria, que envuelta en un ajustado vestido amarillo, sin sostenes, un colalé púrpura que a leguas animaba a descubrirlo, me detuve.
nos saludamos... le dije ya me estaba yendo, la contemplé sigilosamente y argumenté...me tenís con la media vena-
La morochona sonrió y dejó a entrever una amplia y reluciente dentadura, que en realidad, era lo más feo de su negra humanidad.
-Es que no escuchaba- replicó la diva, tomándome de la mano y señalándome una escalera con el fin de que la acompañara al segundo piso, lugar en el cual mantenía su "nidito de amor".Sin emitir una sílaba más la tomé por detrás y le propines unas suavesitas estokadas por entre su nalgas prominetes,-Tranquilo papito, si ya estas acá- me dijo la mulata con una cara de caliente que más y más hizo erguir mi abasallador miembrorápidamente, le pedí que se sacara el vestido para contemplarla tal cual Dios la trajo al mundo. La negra estaba hermosa, con un culo soñado y unas ricas tetas, de un tamaño apetitoso, justo para mi juguetona lengua.
Estuve por más de 10 minutos puro punteándomela y acariciándola, hasta que me acosté en la cama, ella tomó mi berga comenzandola a lamer. Con voz de caribeña, comenzó a invitarme a gozar más y más (todo esto no a fierro pelado), mientras yo le seguía acariciando sus tetas. Estaba tan caliente que la di media vuelta y comencé a extraer su néctar, que, graciosamente, tenía un maravilloso aroma.
Tras un buen rato y con ella entrada en mi mismo juego de placer desenfrenado, se me sube encima y empieza a moverse como la mejor perra callejera. -Sigue papito, estas rico- me repitió por montones, mientras yo intentaba e intentaba meterle el dedo por el culo, siempre con un NO por respuesta, aduciendo que "ya te tocará por ahí papá".
Particularmente me gusta hacerlo a lo perro, y eso se lo hice saber a esta negra que, realmente, no recuerdo su nombre. Un culo de gran dimensión tomó forma cuando ella se colocó al "dog style". Primero fue su zorrita la que penetré, pero luego le cobré su palabra..."ahora me toca por tu culito", le dije, recibiendo un sí por respuesta pero con la condición de colocarme doble condón. Cuando se lo metí,la mujer gemía más y más, lo que me exitaba aún más. Estuve cerca de 20 minutos dándole por el chico...sin duda un placer de dioses. Finalmente, mientras acababa lanzó un par de gritos como de rata en celo, estrechando mis oidos con un "conchitumariiii conchitumaiii", ya más relajados nos fuimos a duchar...ahí me lo chupo sin protección cuando estabamos en la ducha. Eso sí, no me dejó acabar en su negra cara