viernes, 26 de diciembre de 2008

46 kilos


Y el hombre recordaba -sobre una escalera observando la reñida competencia de los lobos marinos por las migajas de un pescado- mientras a su costado izquierdo unos borrachos –entre hippies y vagonetas- se terminaban una Escudo y por el otro, a la derecha, un hombre de pelo cano y rostro cobrizo partido por el sol, la risa o la pena, comía un ceviche en una bandeja de plástico. El ceviche del Terminal Pesquero de Antofagasta. Mejor con vino blanco.
Y el hombre recordaba el día que la prensa, la puta prensa, lo tildó de pervertido, de pedófilo y de chacal del diente de leche -según El Mango, el diario más cochino que leyó Iquique-.
Y el hombre recordaba -con los pelicanos sobre la sombrilla que tapaba su cabeza del sol- cuando se tiró a Kelly o Kelli, una flaca y dura de 46 kilos, vagina estrecha y pelo liso color paja, en un motel de Iquique. Era 1999, y las putas salían a patinar afuera del Casino de Iquique. Kelly o Kelli se llamaba la puta que sobre los muslos pesaba como una tostada de pan, mientras que su mujer, la Pauli, pesaba como una marraqueta caliente con mantequilla y queso. Nunca le preguntó el peso a Pauli, pero calculaba –mientras ahora engullía unas empanadas de maricos- que bordeaba los 90 kilos. La gorda Pauli. La guatona Pauli, decían los vecinos. Había que ser valiente p'meterselo a la gorda. Peor en verano. En esa época nuestro man andaba por los 70 kilos. A Pauli, que no era puta, le parecían irrestibles las salchipapas que vendía la sanguchería de Chico Pito. Todas las noches por una salchipapa. Todas la noches por una Coca Cola de Litro y a ver televisión. Peor con el Festival de Viña del Mar. Cero cachas para el man. En ese tiempo nuestro man trabajaba de guachimán o cuidador de barcos, además manejaba un taxi. El 75% de la plata era para su mujer y la casa, y el resto para el bolsillo.
Un día a nuestra man le fue bien con el taxi e hizo 30 lucas. Un gringo le pagó demás. Gringos gueones hay en todos lados. El man llamó a su amigo –el redactor de este blog- y fueron a beber unas cervecitas de la oferta 5 x lucas por el costado sur de Playa Brava. El amigo le propuso ir a las putas del casino. Obvio: el man estaba aburrido de la gorda.
Kelly era la amiga de Alejandrita y Alejandrita era la mina que se comía su amigo -osea quien escribe- sobre el parabrisas de un Kia Avella color rojo o en el JP. Alejandrita siempre salía por 10 lucas. Al man como al amigo le dieron ganas de comerse a Kelly. Ella lucía el ombligo atravezado por un aro y un tatuaje al costado. Rica. Siempre le gustaron los ombligos. Alguna vez se lo trató de meter a Pauli por la guata. Fue trabajoso. Al final se hizo la paja con un rollo de Pauli.
Kelly era nueva, demasiado pues tenía sus dudas a la hora de ejercer el oficio. Había llegado desde Santiago. Al man le cobró 20 lucas. La sonrisa del man era amplia como esa fotos de Víctor Jara. El man, en ese época, se parecía a Víctor Jara. Crespo. Livianita, dijo el man livianito de polvo y paja. Parecía un boys. Es rico apretarle el culo flaco contra mi pico. Cada cachete me cabe en una mano, dijo. Olorocita. Rica. Como que le dolía un poco. Esa mina no es puta. Me saqué el Kino.

Al día siguiente, me llevé a Kelly. A Alejandrita pareció no importarle. Era el juego.

-¿Qué edad tenís?-
-18-
-No te creo, pero igual-
-¿Me echai menos?-
-Si po, parecí cabra de liceo-
-Jajajajajajaja, igual po-
-¿Y que hacís Kelly, además de trabajar en esto?-
-Voy a la playa, nado, tomo sol, jajajajaja, vos creí que vine a guear a Iquique. Vine a trabajar, pero no quiero hablar de mi vidad ¿Captas?.... Oye, y a que motel vamos-
-Al JP, Vivar con J.Pérez-
-Ahhhhhhhhh-
-¿Te gusta las cabras chicas?
-Jajajaja, de vez en cuando, pero te vai precioso, a Canadá los pasajes y cagasta no más-
-Jajajajaa-
-¿Sabes que yo te podría chantajear?
-Así...
-Si po, pero no viene al caso, yo conozco a la Alejandrita y todo eso. Así que a ti no.
¿A ti no qué?
-A ti no chantajeo pus miamor.
-¿Y desde cuando que te prostituyes?
-Hace poco, hace muy poco, casi nada.
-Oye, y que te pareció mi amigo. El me recomendó.
-Tu amigo, chucha, tu amigo... mmmmmmmm
-Si po mi amigo, el mismo
-Recién lo llamé a su casa y me contestó una mujer.
-La Pauli debe haber sido
-¿Y porqué lo llamaste?
-No te lo puedo decir.


lunes, 24 de noviembre de 2008

La novia de King Kong


Canciller 1 al habla. Iquiqueño como el cafiche Ponce de Ferrari -del equipo del Chino Dávila y el Mono Sasso-. Lo de Canciller es mote. Lo único que tengo de diplomático, si entendemos esto como la posibilidad de conocer otras culturas, otros idiomas, otras lenguas, otras vulvas, es haberle metido el cabeza de guanaco a una española a cuatro mil metros sobre el nivel del mar, en una posa termal olor azufre y con la cordillera de fondo. Es mi medallita. También mi cabeza de guanaco a escupido en diversos zorrones de paraguayas, argentinas y ecuatorinas como en el entrecot de la protagonista de esta historia, una negra de miedo, la digna hija de Lupo Quiñonez. Fui asiduo a la OEA. Lo de la española fue cerca de un pueblito que se llama Cancosa, donde si uno mira bien se encuentra con un burrero. Una vez, de puro palateado un burrero, me dio un paquetito no muy grande, más bien pequeño, por llevarlo a Pozo Almonte. El paquetito lo vendí en 500 lucas. Yo no le hago a la gueaita, aclaro.
En realidad me asumo como diplomático, oficio que equilibro con mi condición de fotógrafo profesional, más bien de pervertido fotógrafo profesional. No hay fotógrafo que no sea pervertido. Gracias a mi camarita me he tirado a varias minas.
El sábado fui a retratar –que ando a fino- a unas maraquitas de un desfile de modas. Todas de piernas largas, tetas chicas y linda de caracho. Todas paridas en serie. Todas duras. Estas gueonas deben ser profundas. Yo ando por los 18 centímetros. Las piernas sin pantis abrieron mi apetito. La tripa de inmediato pidió comida. La ansiedad siempre me caga. Corrí por la costanera en mi Corsa plateado en busca de un sanguchote o algo parecido , hubiese querido parar donde el Chico Pito –sanguchería-, pero mi parada fue en el Runas –frente a Playa Brava-, taberna con música en vivo. En el Runas comí unas brochetas de res y avestruz más cebolla frita y una especie de papa rellena con guacamole, güeá rara pero sabrosa. Agregué un Ron Habana especial más una Coca. En total total fueron 4 ron, más la conversa con un amigo y el niño comenzó a despertar.
Ya en el auto, escuché la canción de Arjona sobre el taxista. Me gusta Arjona. En el servicentro me fije en una negra. Con copete todas las negras son iguales. Sonrió y como no, le dije: mi dama, acepta dar una vuelta con Arjona. Fácil y bonito: abrí la puerta y p'dentro la negra. Respondió con ganas todo lo que yo le preguntaba. Igual ella andaba media curada. Corta y precisa: al motel nomás. Negocio cerrado.
Mientras se quitaba la ropa, sentí su perfecto aroma. Me gusta el olor a las negras. Culiamos en la alfombra. P'los cangrejos un buen condón. Su sutil trato y armoniosa voz me estremecieron y respondí con erecciones de la puta madre. Caché como cabro. Sus manos era suaves. Me apretaba rico el cabeza de papa. Lo chupaba rico igual. Rica la negra. Caliente la negra. Besé sus enormes tetas con pezones que complacían mi boca, su zorra roja dibujó en mi mente el beso del payaso. La tuve tres veces pero no me pregunten cuanto costó pues para mi no fue una puta sino una más de las damas de la noche que acompañan mi vivir, una dama de la noche oscura como ella misma de cuerpo y sombra negra.
Habría que agregar las sábanas de seda rosada que contrastaban con su oscuro cuerpo y un baile afro que se antepuso a todo y sus besos con sabor a fresas... me sentí como King Kong.

jueves, 30 de octubre de 2008

Chequera Loca

Conozco moteles y sucuchos que funcionan con ese nombre, tanto en Iquique como en Antofagasta. 10 lucas me costó la última cachita. Linda ella. El carné de identidad quedó requisado en la puerta. Segundo piso del Eros, calle Serrano, de Antofagasta, última habitación. En plena ejecución golpearon la puerta. Una, dos y tres veces. Era una morena con acento colombiano que se había equivocado de habitación. Pensé en el trío. Nada. La morena se fue a otro habitáculo olor a Haze Lavanda. Después sentí sus gemidos. Con un largo final, diría el Sommelier. Mi habitación no contaba con radio -eso suena a no contaban con mi astucia, chanfle, chanfle-. Todo el mundo cachando en el Eros. Rico. Suavecito. La cama aprobada, pero qué importa la decoración a la hora de guardar la lagartija. Un cuadro mal hecho y con relieve de un paisaje campestre y un ramillete de flores rojas de plástico cubiertas de papel celofán. Aquellas flores debí entregárselas a ella por su perfecto meneo. El problema es que estaban adosadas o pegadas o clavadas. El Eros es un buen lugar para clavar. Lo más raro pasó al final ¿Hay cámaras en el Eros? En los pasillos ¿En las habitaciones? Dice el mito. Habrá que esperar los últimos videos del sitio de porno amateur Yuvutu. Cuando nos ibamos a las 7 horas, el encargado del local, salió de su oficina o no sé que gueea a darme mi carné ¿Cómo sabía que era yo? Las cámaras del pasillo my brother.
Otra experiencia en motel fue junto a Chequera Loca y dos putas del L’Privade en el motel Palo Rosa de Iquique. Chequera Loca era un contador de un local comercial de la Zofri. Siempre invitaba con cheques. Su firma era una raya horizontal con alguna desviación a la izquierda -¿desviado chequera? mmmmmmmm-. Cuando se curaba le costaba firmar, así que uno debía hacerle los cheques. Esa noche, tras media docena de shop en el Liko’s, subimos al L’Privade -en Iquique un tiempo estuvo de modo eso de los apóstrofes gringos a los locales-, en este tiempo una de los mejores topless de Iquique. Arriba Chequera Loca –que usa anillos de oro en la mano- de inmediato dirigió el tránsito. Tres niñas para acá. A mí me tocó una rubia, delgada, con cara de dura, de Santiago, según dijo. Sus respetivos atraques y masajeos de canoa. Chequera dijo que se iba con dos, y como mi niña no se quería quedar sola, también la invitó. Obvio que aperré. Pidió una pieza con Jacussi. Y claro: Chequera como pagaba se quedó con la cama King. Yo al Jacussi, que más bien era una tina grande donde con suerte cabíamos dos y al lado estaba el Water. La flaca se metió primero y care palo, me dijo que se iba a relajar. Fresca la puta. No me iba quedar viendo las cachas de Chequera Loca. No. Me metí no más y ábrete de patas, que hay un cheque de por medio. Y si no tiene fondos, me dijo. Dale nomás, debe tener fondos sino pregúntales a tus amigas. Al hombre se lo hacían chupetes. Si lo conozco a él, viene seguido para acá. Iba día por medio. La puta ni se movió y la lagartija buscó su hueco. Quería cobrarme por la segunda. Yo le dije que tenía dos lucas para el colectivo.
Meses después, Chequera Loca calló preso por fraude.

viernes, 17 de octubre de 2008

El Vicio

“La vida va más rápido que uno” es una frase cliché, pero efectiva si lee lo de a continuación. Sucedieron una serie hechos en el último tiempo, en la última semana, tanto para este redactor, para el Gordo como para el Canciller 1 y 2, de Iquique. Todo rápido. También le ganó Chile a Argentina. Aclaro que como siempre lo mío es positivo aunque con tanta gueaita en el cuerpo el enano se taima. Tenía que serlo, jejejeje. Falta más leche. Falta más vitamina E. Un tata me dijo que comiera flor de cucarda o buganvilia pues tienen el mismo efecto que el Viagra. No viene al caso hablar de mí. No. Esta crónica es para Gordo y los Cancilleres. Los tres están bien re cagados. Canciller 2 más que Canciller 1, y a Gordo, el gran Gordo, duró menos que tres shop en el gran trabajo donde estaba. Test de drogas y pataá en la raja. Por gueón. Los gueones de las mineras están re agujas con las drogas. Hubo campamentoes que alguna vez fueron como fumaderos de opio. Gordo anda con la cola entre las piernas. Quiere puro entregarse a Dios. Pobre Gordo, el otro día me salió hasta con la idea de la corbata. Recordé a Chistorete, un amigo de Iquique. Vivía en sexto oriente con Tarapacá (bajo el hospital). Chistorete que era padre de una hija se puso la corbata. El tipo fumaba pasta base, demasiado. En el sector de Chistorete nadie se asombra con los fumones ni con la pasta base. La droga hace rato que está. Puede ser desde 1988. Chistorete tenía los dedos negros. A pesar del vicio, era un tipo culto, sabía desde literatura, rock y se paseaba por el fútbol argentino. Murió a los 33. Gordo también tiene los dedos negros. La culpa es de la pasturri. La angustia parte con un dolor de guata, en la boca del estómago.
Recuerdo también al Mike que se fumó una caja de zapatos con pasturri en Perú durante tres días. Tres días sin salir de la habitación.A Mike le gustaba Chinasky. Se creyó Chinasky. Pasturri para escribir. Una vez lo vieron con los dedos negros en la población El Golf de Antofagasta, ratonera de duros. Mike es periodista de profesión, pero hace rato que no ejerce. Mike mas bien es un cangrejo, como Gordo o como el redactor.
También es cliché citar a Allen Ginsberg: las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, histéricos famélicos muertos de hambre arrastrándose por las calles.
Mientras Canciller 2 vio o no se si vio el partido de Chile con Argentina en un clínica de Santiago jodido por algo a los huesos de tanto chupar y culiar, Canciller 1 pensaba en todas las minas que se culió a pico pelao en Iquique, y en el Sida, en el maldito Sida. Está la cagada con el Sida en Iquique. Ni cagando se hace el examen, dijo. Debes ser responsable, le aclaré. Y Bosnia, me contesta. Saaaaaaaaaaa. El Vaticano inventó el Sida y lo tiró a Africa. Las multinacionales de medicamentos inventaron al Sida, y lo expandieron. El Sida es negocio, también es moralina para vender ramitos de fe. Me gustaría haber nacido el 60, para culiar como loco, sin nada, a fierro descubierto, a lo Woodstock, o por el última en la playa, pero en playas tranquilas o en parques sin mierda ni fisgones pajeros culiaos -para la otra cuento la del fisgón-. Hoy todo es desconfianza.

jueves, 2 de octubre de 2008

El diablo

Otra vez gordo. Otra vez. Sin reproches Gordo. Es un buen tipo Gordo, generoso pues gasta sus lucas conmigo. En otro momento de la vida yo gastaba mi plata con él. Insisto que ahora está demasiado solo, aunque aquello podríamos definirlo como un proceso. El gueón se saparó hace poco. Vivía en Calama. Su mujer diría que la droga se lo arrebató. Gordo es de los que pagados se iba a la shopería en vez de la casa. De shopería a puta y de puta a diler, y así podía estar dos días. Al tercer día llegaba a su casa con la mitad del sueldo. Calama es una ciudad hecha para cowboys como Gordo. Gordo es experto en Calama. Lo que más llamó mi atención de Calama –en el discurso de Gordo, al que todavía se la traba un poco la lengua para hablar- son los fumaderos de gueaita, que pueden asemejarse a los fumaderos de opio de los chinos -mi abuelo todavía recuerda el incendio del Palacio de Cristal en Iquique, el que fuera el gran fumadero de opio del Norte Grande-. La explicación de Gordo es que en Calama hace mucho frío, especialmente de noche –temperaturas bajo 0- entonces los mismos diler habilitan un espacio en su casa para fumar gueaita. Varias veces confundieron a gordo con un rati, la más brígida -según él- fue cuando le pusieron una pistola en el mentón. Agreguemos que el alter ego de gordo es Sonny Crockett –Miami Vice- de ahí que su parada no asemeje mucho al estereotipo de fumón. Para Gordo Calama era Miami. Es claro: Gordo tiene trastocada la realidad.
Al final Gordo me invitó a almorzar una parrillada en El Arriero , un restorán medio oscuro y de garzones mal agestados aunque un pianoman salva la plata. El pianoman tiene un parecido a Raúl Ruiz, el director de cine. Creo que alguna vez estuve chupando con el pianoman. La idea era que después de almuerzo lo acompañara a la shopería-prostíbulo de siempre para que la mina le hiciera un paja con el sobaco. Gordo estaba feliz con sus lucas, el lomo de la parrillada y la copa llena de vino. Le cambió la cara cuando lo llamó su ex mujer. Fue como si se le hubiera aparecido el diablo. La conversa con la ñora fue de plata.
Pero Gordo se puso místico. No se la creo a Gordo, pero la cuento igual. Dijo que en su casa -ahora vive que son su mamá, el mamón- mientras veía una película caliente del Film zone y se hacía la paja, sintió una voz que le habló al oído. Un maraco, le dije yo. Me habló el diablo. Chuuuuuuuucha, gordo gueón, y qué te dijo el diablo. Me dijo que le vendiera su alma. Mierda. Le dije a Gordo que fuera al siquiatra pues podría ser principio de esquizofrenia. Dijo que en la mañana había estado rezando y que el cura le bendijo un rosario. Yo le dije que los curas son nucos. No todos me aclaró. Estás enfermo de culpa Gordo. Mejor toma, le propuse. El vino hace bien para el corazón. Llama a un diler, me dijo. Aló. Ya Gordo, pide otra botella de vino para el diablo. Tengo sed. Eran las 14.30 horas del martes.

lunes, 29 de septiembre de 2008

A puta con el aguinaldo 2 (o filantropía putera)

Bajó de la mina el corresponsal de Calama o el gordo. Tipo solitario después de todo. Dijo que tiene las gueaas hinchadas y un depósito de 500 lucas en el cajero. Siempre son 500 lucas. Cada quince días, 500 lucas. El gordo se justifica: a la falta de mina, putas. El gordo es de pocos amigos. Recién está separado. Yo soy uno de esos pocos amigos. Lo conozco desde el liceo. Me invitó a almorzar, como siempre. Mañana iremos al Panda, un tenedor libre de comida donde el gordo puede repetirse cinco veces si quiere. El Gordo pesa como 100 kilos o más. Al frente del Panda está el sucucho ese. Gordo dijo que iba de nuevo. Repetía. 180 lucas se gastó la última vez. Gordo –que es lector de esto- no tiene mucha conciencia, al parecer, de que 180 lucas pueden servir para ayudar a los más pobres. Buena Padre Hurtado, me reprocharía el gordo. 180 lucas para putas cada 15 días. Gordo es un cangrejo. Las lucas además –replica gordo- pueden servir para la educación de los hijos de las putas. No es mala idea, gordo. Alguna vez yo pensé lo mismo: filantropia putera.
La última vez dejé a gordo con las dos putas en el privado del sucucho al interior de la galería poco iluminada y que en la entrada mantiene una importadora asiática. Hasta el sucucho la cuenta iba en 60 lucas. A las 11 de la noche, cuando gordo medio jalado pero al fin y al cabo descargado se fue a la casa con el olor a zorra en la frente, los párpados y la nariz, sin antes comprar una gueaita en Juan Silva con Bonilla –como quien compra un hot dog-, ya iba en 180 lucas. Lo importante es que el gordo estaba feliz. Para Gordo la gueaita es como la champaña de ahí el acto. Por fin esa noche Gordo cerró los ojos sin pensar en la concha.
Gordo dice que una de las minas –puta 2- quería tirar con quien escribe, no obstante yo preferí el trabajo, lo que es un comportamiento raro si se lee este blog desde un inicio. Tal vez esté enamorado de la que me envió las fotos cochinas a mi Hotmail, pero aquella es otra historia. Sigamos con gordo. El trío se sentó en un sillón de cuero en forma de U, de los que se adhieran al culo. Sólo siéntate amorcito. Las dos usaban piercing en la boca. Gordo ya se quiere poner un piercing en la tula. Ricas las chupaditas con piercing. Con una mano dando y con la otra agarrando. Gordo parecía pulpo. En menos de quince minutos salpicó sobre el culo de una de las minas. Cuando quedaban 15 minutos Gordo salpicó en la cara de la misma mina. La otra –puta 2- quedó con las ganas. Habían lucas, entonces la propuesta fue la siguiente: 30 lucas de gueaita con la puta 1 y nos vamos a un motel. 60 lucas más hasta la noche, dijo la dupla de reinas. Se hace. El motel Corazón está ubicado en pleno Barrio Industiral –calle Pedro Aguirre Cerda-. Motel nuevo, según gordo, con su jacuzzi. Todo aroma a Lavanda.
Puta 2 quería batalla. A 5 lucas le vendió una pastilla azul a Gordo. No era Viagra, sino una gueea similar tipo cheracol. Gordo pensó en la importadora oriental y que la tula se le pondría fosforecente. Efecto inmediato dijo gordo y justo llegaron las gueaitas. El taxi les cobró cinco lucas.
Las putas eran como tontas para la gueaitas. Mientras las niñas pastaban, Gordo aprovechaba para darles por el culo. Todo habría sido mejor con cuatros manos ¿O no Gordo? Las azules lo dejaron con la guaca para toda la tarde. Mañana Gordo hará lo mismo. Yo le recomiendo que sea austero, que ahorre, pero no: el tiempo de Gordo es circular. No hay relajo sino se lo pone a una puta. Lo entiendo, pero no lo banco. Mañana hablaremos de filantropia putera.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ella me envió dos fotos cochinas a mi Hotmail


Ella me envió dos fotos cochinas a mi Hotmail. Los dos son de mamadas. Lo de cochinas no me la creo. Mi hermana, cuando pendeja, calificaba como cochinas a todas las fotos donde salían minas en pelota. Ahora mi hermana se tira minos y minas por igual. Cochina o cachonda ella. La foto 1 me gustó más que la foto 2. En la foto 1 sale una mina con algo que parece semen cerca de sus labios. En la otra foto sale una mina chupando una verga. Las fotos me demostraron que ella es garganta profunda como la de la porno. Linda Lovelace de Pica o algo así. Tiene el Punto G en las amígdalas. La imagino arrodillada con su boca llena de mi pija. Acábame en la boca, me diría y con una mano apretuja mis testículos, exprimiéndolos. Ella es ingeniera comercial, trabaja en un banco frente a la Plaza Prat y se perfuma el cuello y entremedio de las tetas con Christian Dior o un perfume parecido de esos nuevos que llegan a la Zofri. No finge orgasmos como las putas.
Ella es de piel blanca que se enrojece a la presión, tiene de los dedos largos, las manos bien cuidadas, usa collares a tono con el vestuario y siempre deja abierto su escote pues sus tetas pecosas son grandes y suaves. Se las embetuna con crema nivea, supongo. Yo le miro siempre las tetas. A mi amigo C también le llegan fotos cochinas por su Hotmail. Las mismas. Mi amigo se la tira desde el verano, una vez a la semana en promedio. Dice que lo mejor son sus mamadas. Hace una presión rara en el glande con el paladar y la lengua. Es como si te diera la corriente, suavecito, en la punta de la tula. Rico. Le gusta el sabor al semen. Le gusta que el Dior de su cuello se mezcle con el olor a pija. Hace rato que cambió un peluche por una pija.

Esto me imagino cuando me pajeo pensando en sus tetas pecosas (comprenderá que es algo enfermizo, comparable a una obsesión o hasta una suerte de enfermedad): Su culo es grande y está bien depilado en la juntura. Algo de piel de naranja por los lados. Le gusta que se lo chupen, que le metan la lengua en el culo. Su conchita siempre está húmeda, rica. Su zorra caliente sabe a óxido. Le gusta que le digan palabras cochinas cuando tira y que le muerdan el cuello. Tarda poco para el orgasmo. 6 minutos, dice. Siempre pide que se lo tiren en la cara.
A mi amigo M también le llegaron las fotos por Hotmail. Las mismas. Mi amigo M se la tira desde el 2007, una vez al mes aunque desde que se casó la frecuencia ha bajado. Ahora van ir juntos a Lima.
Mi amigo M y mi amigo C ya le propusieron el trío. Les dije que yo filmo todo y lo subo al sitio web porno amateur Yuvutu, con el título: Massive facial en Iquique, aunque más guarro suena: PARTE FINAL CON TODA LA LECHE VACIADA EN MI CARITA MMMMM¡¡¡
Obviamente que pondré el video aquí.

lunes, 15 de septiembre de 2008

A puta con el aguinaldo

Después de un almuerzo con vino y cerveza en un restorán peruano, dejé al corresponsal de Calama con dos minas, ambas pelo color paja, cutis ceroso y guata de trapo arrugado, en el privado de un sucucho con patente de café -pero que vende cerveza- con pierna ubicado al fondo de una galería de mala muerte, en calle Condell, entre Prat y Baquedano, y donde una tele ubicada en el centro chisporroteaba películas de la masoquista Silvia Saint a la que le dan todo el rato por el orto.
60 mil pesos pagó el corresponsal Calama, o el gordo, por la atención de dos putas cerveceras. El lugar no era de los mejores: una barra sacada de fonda barata, un refrigerador a un costado, el cafiche en la caja, un par de gueones macaqueros (entre ellos el típico metalero o barrista con cara de depravado) y una ornamentación dieciochera pero rasca. El gordo venía con el Kino acumulado, después de seis días trabajando en la Escondida. La típica del minero: a cacha después del turno. No hay otra. Si el gordo fuera ahorrativo, ya tendría su autito y depto, pero como el gueón es caliente prefiere hacer la de Martín Vargas, lanzarse hasta quedar agueonao y siniuno. La hacían los abuelos en la pampa. Gueeaa de genes y problema del loco. Yo soy de los amigos a quien invita. De los jotes. Buena onda el gordo, cuando quiere, claro.
Las minas querían jugar al chanchito encebado, con el chanchito de las lucas. Me preguntaron si tenía plata. No. Cuando vieron que el gordo pagaba, una le agarró la gueaaa, y en estos casos es la gueaaa la que piensa y no el cerebro (estamos claro). A esas alturas el gordo ya estaba extasiado viendo como la Saint se ensarta uno en la boca y otro en el chico. Ya pasó la moda de culiar por la zorra, así está escrito en las pornos. A las minas les tiene que doler, que sufran algo. Por lo menos al gordo le prometieron un combo de cuadro plástico, un bailecito en el caño, chupadas con acabada dentro de la boca. El socio que nos acompañó, el gordo 2, dijo que una de las minas aguantaba que le acabaran en la boca. El gordo 2 se culea una negra que parece Venus Williams. Rica la negra: piernas largas, culo duro y boca con blonda. Yo habría preferido a la negra, pero la plata es del gordo, y al gordo no le gustan las negras. El gordo a ratos se pone medio nacionalista. Es gueón. En estos momentos, 16.40 horas, mientras escribo esto el gordo debe estar acabando en la boca de la rusia teñida que alguna vez estudio en el liceo de niñas, mientras la otra, la que estudió en el Liceo A-22, debe estar pasándole el culo por la frente. Buena gordo, todos sabemos que la vida del minero es dura, pero con 500 lucas de aguinaldo la gueeaa se compensa ¿O no, gordo?
-Gordo, consejo de amigo, no seai gueón búscate una polola mejor, así ahorraí plata. Agueonao-

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El temblor me pilló con el pico adentro


Cuando sentimos que la cama se movía y después el ventilador tipo hélice que se iba para los lados como jarrón en la cabeza de una caribeña y que el espejo -que reflejaba mi cabeza, la con pelos, con el cuerpo moreno y a rajita pelaá de ella- se venía al suelo y podía amenazar hasta la seguridad de mi pichulón, entendimos que la gueaa era una grado 6. Arranquemos conchetumadre, le dije a la puta, y se cortó la luz. La puta salió en pelota por el pasillo del motel Eros (Serrano al llegar a Latorre de Antofagasta) consagrado a la cacha, un templo de la cacha, panal de abejas de la cacha, y el enjambre de maracas con sus cuerpos tatuados, fofos, de pezones masticados, culos con piel de naranja y zorras amargas, fue desfilando una a una hasta el primer piso de la gueaa, en una operación Daysi de maracas. Lindas ellas. Angelitas de la callampa. Entremedio gritaban: ahí, ahí, las muy putas, que yo no les duele ni el pico por el chico. Mientras un gueón, el cabrón del motel, subía por piso a revisar si que no quedaba nadie en las piezas, yo, que estaba en la pieza 6 del tercer piso, vía encendedor recuperaba de la cartelera de la maraca mis 25 luquitas, y claro, también otras 20 del moco anterior y otras 20 del moco reanterior. En todo caso la duchita teléfono limpia el moco !Me estoy duchando loco y que paaa¡ –a oscuras obviamente si se había cortado la luz- le dije al cafiche. El haz de luz de la linterna ni siquiera descubrió la cartera de la putita, que se llamaba Mery Rose como la vieja cuica, o una gueaa así, y no estaba buena. Para ser franco: tenía un olor a sobaco. Pobre loca, en todo caso, yo venía pasado a sobaco y a raja. Me había bañado en la mañana, cuando salí al trabajo. Todo el santo día y la raja transpira pos tía. Eran las 4.30 de la madrugada. A esa hora no se podía exigir filete. Chucha, la elegí entre tres. Ni hablar de las otras dos. Incluso uno me puso cara de asco. La hora digo yo. La hora. Y es que el pico se me para a las 4 de la madrugada, después de cinco ron cola, y otras gueaitas más. Así que paa dentro el mastil. Todo bien hasta el temblor culiao. Con la réplica pasé piola y me fui con cincuenta luquitas, y que no cunda el pánico mi lady. Y es que a veces gana el cliente.

lunes, 21 de julio de 2008

Juana Música o la amiga chupetera


Es rico descargar la gueaa como pistolero, a lo “Jinete Pálido”, el mítico Spaguetti Western de Leone, y con una música de fondo, de guitarra eléctrica suavecita, y dale que dale mijita, cochinita como caja por el ojal de paletó o nudo de globo o boque’mono, con paciencia, claro, con mucha paciencia las tontas lo entregan a la primera o la segunda en lo que puede ser el trofeo del guerrero, la medalla de oro, pues claro: el bronce es que te lo chupen, la plata que lo metaí por la húmeda ratonera y el oro: el chiquitereteretera. El sábado anoté oro y fue en el departamento Serviu de la pobla de Dávila, con una vieja amiga reciclada que llegó de Santiasco buscando nuevas oportunidad por acá, por el norte, una amiga que sin asco quiere que puro le den, bien por ella, y es deshinbida, aguja, y lo toma con la zurda y lo masca como si el cabeza de nuez fuera eso mismo una nuez de Sahne Nuss, caliente la comadre, re caliente, y a mí me lo agarro con las dos manos, se lo pasó por la felpa y p’adentro mierda Jinete Pálido carajo. Chile es un país lindo con la pichula adentro, es un país feo y fome con la pichula afuera, estamos claro. Igual tenía la guata llena de asado y tintolio finuro embotellado, algo penca para culiar, y claro me acorde del guatón elefante Shiapacasse cuando dijo que no había que culiar con la guata llena porque te podía salir un peo. A mí me salieron tres peos mientras la tonta la saltaba arriba de la gueea, pegando los guatazos buenos y sonoros, ricos, musicales y con unos gemidos de pájara. Le ponía color la tonta, pero bien, de eso se trata de poner cuática como cuando corría la mujer biónica, tetetetetetetete -decía la Juana Música- mientras le echaba flores a mi cabeza de nuez. Puta que los tenis grande (nótese la palabra dijo el cachiporra, jajajaja) Mierda que es bueno Chile cuando se tira, y se tira bien y un gueón que estaba adentro, comiendo carne de asado, me dice por la puerta que le preste cinco lucas para mañana. Gueón angustiado, pero en fin, a buen budín oidos sordos.
Después de la cachita una heladita, que sean dos heladitas para que el indio pique de nuevo. Y sigue la cosa, y seguirá así. Por fin encontré a mi putita permanente, y creo que esto es una historia de amor en ciernes, una telenovela de polvo, rica ella y gratix.

martes, 15 de julio de 2008

Cagó la OEA

Aló-
Sí, quién habla-
Paragua.... un antiguo cliente-
......................................................-
Conclusión 1: la paragua tiene el mismo número que hace seis meses.
Conclusión 2: sigue trabajando no sé para quién chucha, pero en lo mismo, supongo.
Conclusión 3: es rica la tonta, pero a estas alturas debe estar más culiada que la Luli.
Conclusión 4: no tengo plata.

La libretita vale oro. En la libretita hay los nombres de los prominentes de iqq. Es la libretita de la regenta del burdel. Rico el burdel. Romántico el burdel. Me hace recordar a la Negra Esther. REW: calló la OEA -el viernes o el sábado-. Cargos: trata de blancas. Mala cosa. Tenía las mejores minas de Iquique, claro, aunque un poco caras. De 30 lucas para arriba. Lo merecían. Era un lugar turístico.
Los periodistas quieren la libretita. Por San Chuchoca, la funa viene sabrosa ¿Dónde estará la libretita?
Lo único que tengo claro es que le pediré a la chinita que me recetee, como todos los años, allá mismo, con la música redundante de bombos y pichiciegos saltarines. Vamos chinita que los de la libretita te pedirán perdón, también.
El 16 de julio todos nos renovamos y la libretita que se vaya a la mierda.

viernes, 20 de junio de 2008

Plátano con miel de palma

No es mi intención ni la intención de esto proyectar cachas de otros, pero dado el curso de las situaciones narro aquí lo que sucedió al Canciller 1 en una fiesta con un grupo de atletas negras como petróleo de piernas duras, vaginas como dulce de membrillo y culos amargos de tanta fricciones -lo del culo amargo no es tan así, al final el culo de la negra terminó dulce como una mermelada- Iquique es puerto, las demás son caletas, dice la canción que canta Don Checho González. También es la tierra del Laucha, el Geisha, el Tani, el Loco y el Julio Prieto, entre otros.
Mi tío, el Canciller 1, de tanto sapear culos grandes de las atletas por la rendija de su Nikon quiso aplicarle la jabalina en el momento que la negra, de Colombia, toda macumbera, le ponía frenesí al reggaetón en una fiesta, más bien una partusa entre atletas y prohombres iquiqueños. La negra entendió que la jabalina no era la de un Watussi africano, sino que una lanza –cuya semejanza o tal vez puede estar en la lanza que usaba Manolito, aquel recordado saltimbamqui Forrest Gump iquiqueño, en el baile Dakota de La Tirana-. Oiga: no conozco la lanza del Canciller 1, sólo son presunciones y tratando de pensar como esta negra hermosamente profunda, hembra caliente del trópico, de olores a orégano. Y ahí estaba el Canciller con su cuerpo suelto de carnicería barata, con su piel de chancho y su ánimo cazador de dientes apretados frente a este trozo de selva.

Sudor. Candela. Miiiiiiiijita.

Culión: El reggeatón es un baile generoso en humedad, en sudores. El ron puso el resto, diría Arjona. Dice el Canciller 1, que la lanza de Manolito el Dakota entró al primer espolón como pedro por su casa, pues a esa hora, madrugada, por el reggaetón y ron, las paredes de la zorra eran como parquet recién encerado, y mierda, a meterlo como loco, como enajenado. El puak, puak, puak, salió el séptimo espolón. Y todo a pichula pelaá. A la mierda los ácaros y papilomas. Nada de globos culiaos para hacer transpirar la tula.
El que a cacha mata a cacha muere (frase del día, repítela Bart...).

Segundo culión: Las camas del Palo de Rosa, motel, a ratos se hunden por los costados. El Canciller 1 no se preocupó de la sábana, sino de que en vez de un ron le trajeran un plátano. En la bandeja llegó el plátano, algo pintón y un poco pasado, además de un poco de ron y tres preservativos. El Canciller 1 estaba para una sola pero buena cacha por una cuestión de salud, de años -el record del Canciller son 21 cachas en una noche-, pero el hombre que tiene cogote de jote asumió que era una posibilidad en 100. No todos los días se estaba con una negra de ese porte, de ese tamaño, de ese culo redondo como luna. ¡My God!
El plátano medio reventado, medio molido por el culo como cerilla y después la tula a lijar.

¡Dale papá!
¡Dale papucho!
¡Así me gusta!

Al final postre de plátano molido con miel de palma con un poquito de amargo, y acto seguido el mítico: beso del payaso.

lunes, 16 de junio de 2008

Negra de culo duro como melón calameño


Bajé por la escalera después de tirarme a la negra que tenía los ojos blancos como huevo duro y el culo duro como melón. En los 30 segundos de trayecto vi pasar a dos tipos. Todos con 15 lucas en el bolsillo por la media hora.

El primero subía con la cabeza gacha, como yo, hace media hora, cuando después de tomar como siempre (ron, vodka, cerveza) en una celebración que no viene al caso nombrar me dieron ganar de ponerlo en este puterío de ebrios, porque si no estás borracho le encuentras detalles a todas las minas. El segundo de los tipos me puso una sonrisa de alambre, de duro, de jalado, y claro, yo me acordé del diler de mierda, el mismo de siempre, que cada vez está más cagado con la gueaa aunque ya se quién lo provee, por lo menos tengo el teléfono. Al gueón le dije que eligiera a la negra, a la ecuatoriana. El gueón se río como hiena y yo cerré la puerta de metal del puterío ubicado al lado del Chifa, donde frien el arrollado primavera bajo las cachas.

La negra: Estaba cansada, como caballo después de correr varias vueltas en el hipódromo. La hizo corta: Tetas duras y algo húmedas después de una remojada rápida. Dos veces revise el condón. Con Ecuador hay que tener cuidado. Anda mucha cochinada, insisto. Era una viernes de quincena y a la negra le habían dado como caja toda la noche. No estaba como para mordisquearle el bistec. Nada. Sólo meter el guarén hasta que la leche culia hinchara el condón. Sólo sentía su movimiento, como que ya estaba cansada de quejarse, de fingir orgasmos culiaos. Todo la noche dándole ¿Colombiana? No ¿Peruana? No queda otro opción que ecuatoriana. De Guayaquil, me contestó. Mi plátano reventó en su zorra y se terminó la media hora, que en realidad fueron de 15 minutos a 20 minutos. Al otro lado se escuchaba intercalado unos gemidos y el reggaetón: dale sin miedo hasta que se rompa el suelo, dale sin miedo hasta que se rompa el suelo.

La pieza del lado: Con la negra estaba en la pieza cinco que tiene un espejo en la pared y una decoración china en el techo. En la pieza cuatro que no tiene espejos se sentían los gemidos de dos minas y la voz de un gueón ¿Qué onda? La negra me dijo que el servicio lésbico o cuadros plásticos costaba 30 mil pesos la media hora y consistía que el gueón, o sea yo, me podía agarrar a dos minas al mismo tiempo.
Dos veces he estado con dos minas, dos putas. Las dos en Iquique. Nada especial. Mejor claro debe ser mirar a dos lesbianas y correrse la paja, supongo.



martes, 27 de mayo de 2008

Por cada 10 putas, una normal

Por cada diez putas me tiro a un mina normal. Es lo que cae. Mina normal: alguna minita que conozco que se toma unos copetes y se pone caliente, y p’dentro la goma de borrar. Recurro a la pieza de un amigo. A la pieza le decimos el batiscafo. No tiene ventanas, sólo un tragaluz de 20 por 20 centímetros. La pieza siempre huele a humedad, a toallas pudriéndose. Con copete no hay olor, además que la gueaita te jode el olfato. Algunas veces se pueden ver o sentir cucarachas, pequeñas, cruzando por tu mano. Mi amigo que parece perro chico amaestrado después de varias roncolas no se hace problema en vivir en esa gueaa. Ya asumió que lo suyo es la pasturri y pipitas y gueeaas. En el batiscafo no gueaa a nadie. Pone el ventilador debajo del tragaluz, y el humo de la pasturri sube al cielo. Olor a pan.
También tiene un refrigerador, lo que le imprime al ambiente algo de frialdad, de morgue. Perro amaestrado dice que el refrigerador es como el ropero de Narnia. Tiene imaginación el niño.
El colchón de dos plaza está a ras de suelo, frente a dos cajones de manzanas usados como repisa y donde cohabitan unos desodorantes AXE y un cepillo de diente.
La madrugada del 21 de mayo, feriado, terminé enlazado con una mina normal. Ella es profesional aunque cesante, pelo oscuro y ondulado, piel morena, culo parado y boca grande. Algo de guata y tetas un poco caídas, sueltas.
Cualquier aroma: copete mezclado con sexo y sobaco. Quedaron manchas de humedad en el colchón. La mina estaba obsesionada de que le chupara el zorro. Media hora metido en la vulva. Me llegó a doler la lengua. Chúpala, decía, Chúpela.
El problema es que con tanta gueaaita no se te para. La mina quería más y la gueaa no reaccionaba. Hasta le dio besos sonoros al fraile, y naaá- Con las putas, por lo menos, te vai y listo. No tenis que mirar caras y gueeaas. Ya no tengo 20 años. Chucha, la mina se enojó, quería pico y más pico. Me hice el dormido. En la mañana se lo metí y moqueé al toque. La mona quería seguir. Chao nomás. Se enojó y se fue. Maraca caliente nomás. Chao.

martes, 13 de mayo de 2008

Yasta con polvo de hornear


Las gueaitas cada vez están peores, te dan una mezcla entre yasta y polvo de hornear, claro, provocan un efecto raros con los mocos y la gueaa efervescente . Se adormece un lado de la mejilla y parece, parece que estas durango, y nada, nada. Las gueaas. Este gueón otra vez me cagó. De ahí viene el placebo, o por lo menos, de ahí viene el placebo. Estamos cagados cabro. Pongamos ruta entonces.

Primera Parada: una fiesta de abuelos en el cumpleaños de la mama de la amiga de un amigo. Calle Arauco, arriba. Tatitas gueando, bailando, hasta el ataque al corazón. Buena onda. Yo me fui a un lado, a tomar roncito con Coca Cola. Un viejito, rojo como cobre, me dijo que había sido garzón y conocía todo lo de la “diosa blanca” (¿? a principios de los 70 y mediados de los 70. La dio-sa-blan-ca (clásico). OK, cuente. Yo atendí desde el Cabro Carrera hasta Pinochet, en el local. Cabellero, una vez un diler iquiqueño, famoso el gueón, re famoso, me contó que la DINA andaba jugando a ganador con la “diosa blanca” por el norte. También me habló que para la época de Allende, Fidel Castro se pegó unos buenos jales en el avión que lo trajo al norte ¿No sé si será verdad? Antes la gueaa corría y nadie la prestaba mucha atención, era como tomarse una aspirina ¿Así?.

Segunda Parada: Boliche, boliche. El Boliche es pub medio snobista y cool, ubicado en la Gran Vía, una pobla de universitarios, abuelos y demases. La mina que me llamó llegó con un vino al baño. Dame me dijo. Claro, dos líneas de yasta con polvos de hornear. Las tetas las tenía heladas. Después me uní a un grupo con dos minas mas, en una onda vela, “Sex and the city”, vino tinto y gueaa. Chao.

Tercera Parada: Chifa. Con el vino se te para la cosa, uno se pone caliente y las minas se fueron a buscar minos de acuerdo a sus parámetros snobistas-cool. Fueron a la Máquina, una disco de moda.
El taxi me dejó en la avenida brasil, subí y golpee. Pase caballero. Tengo pinta de profesor de historia, supongo. 15 lucas la media hora y 20 luca la hora. Las minas estaban algo gruesas pero yo andaba caliente, ciego, así que elegí a la única que me dijo hola como acento chileno.

La cacha: Lo más raro de la cacha fue cuando la mina me sacó la mugre de la espalda tras un masaje con crema Simonds ¿Tú no te bañas? me dijo. Claro, mi amor pero no soy araña para jabonarme la espalda. La cacha normal, buena, aunque en un rato a la mina la llamaron. ¿Alo? ¿Mamá, si estoy en una fiesta?
Karina tiene 22 años, pelo largo y tiene la guata plana entre las tetas grandes y la zorra peluda. Nada de olores. Recomendable masaje por 20 lucas.

viernes, 2 de mayo de 2008

Gatita Nortina

Sureña
Soñada!
!! Completísima!!
Figura ideal
finas facciones
***ardientísima***
deseosa
jueguitos
poesía.
78119083
Mulata
Alexia
Mulata
ExHuberanteBustos
excitantesLabios jugosos
Ricos movimientos
Poeta
Fono: 082815744
Gatita Nortina
96924129
$10.000
$15.000
completo
fogosa
juguetona
colita durita
poesía
8000
Carola
guapísima rubia
exuberante
128-65-118
ojitos verdes
bomboncita
952242040
Antipoesía.

jueves, 24 de abril de 2008

La Masajista

Otro gueón más; cuantos van; la tenía grande; la tenía chica; estaba borracho; estaba jalado; no se le paraba; tenía las patas hedionda; quería meterlo por el chico; a dónde la vio; cochino; me invitó a comer mañana el muy gueón; parece que tiene plata, mucha plata; se fue una camioneta 4x4; se fue a pie; se fue en un taxi; es un pobre gueón con pinta de profesor y con el sello de una colecta pegado en la solapa.

-Papá son 30 mil pesos por sexo y un mansaje para personas estresadas como usted. Le va a gustar. Eso sí: soy morena y tengo más de 30 años (significa: cuerpo medio suelto, algo de guata y tetas que cuelgan).

Es en Angamos 1100.

Angamos 1100 es un condominio de departamentos top, al lado de un Club de Tenis, en un lugar que antes fue un regimiento. No debe ser mala la negra, para vivir en ese lugar.
Voy al depto tanto, en el edificio tanto. El guardia se cagó de la risa. Quizá le arregla la cañería a la negra y su amiga.

El ascensor es rápido, piso 13, depto no me acuerdo.
El gueon se ve decente. A los 3 minutos me abren y una puerta se cierra dentro del depto.

Pasa papá -la negra con voz de relajada-. Pasa a mi habitación. Es una morena de culo inmenso de esos come tula, tetas grandes y sueltas, rostro fino para ser negra aunque los lentes de contacto color verde la hacen parecer a esos negros de Milli Vanili.

Voy a pasar al baño. No me gusta tener olor (a sobaco) le digo.

Si quieres duchate, hay agua caliente.
(Imagino la escena de Hitchcoock)
No, me lavaré las axilas.

La habitación es cómoda, y la cama grande, algo más grande que una king normal de dos plazas. La tele exhibe las noticias de medianoche. En el velador hay dispuestas varias cremas. Relaciono cremas con sodomía. Ni cagando un travesti. No.

Sacate la ropa y ponte cómodo.

Mmmm, está bonito eso, y durito, mmmm.

Te ves cansado mi amor, mira estas cremitas, suaves por tu espalda y tu pecho, mi amor, relajate, relajate (pienso que me pegara con un martillo en la cabeza).

Relajate. Tiene buenas manos la negra.
¿Colombiana o Ecuatoriana?
Ecuatoriana, de Cuenca.
Allí una vez jugó Chile.
Tienes hijos.
Una.
¿Y cómo llegaste por acá?
Me vine con un chileno.
¿Y cómo caiste en esto? (están buenos los masajes, la espalda me cruje)
Por que se gana mucha plata, sin mucho esfuerzo.
Entiendo.
Date vuelta, quiero ponertelo.
Ya.

La piel del culo parece una bandera que flamea.

Estai rica negra, porque nos bañamos juntos
¿Te gustaría que te jabone?
Dale no más.
¿Supongo que hay más gente en el depto?
Está una amiga.
¿Cuanto cobra ella?
Lo mismo que yo, 30 lucas.
¿Y es negra?
Negra teñida rubia.
jejejej
¿Y que harás ahora papá?
Me voy a tomar unos copete.
Invitame.
¿A dónde?
Por aquí cerca hay un pub
¿El Tequila?
No me gusta.
Voy al Boliche.
Vamos.
Masaje y copetes en el Boliche, total: 50 lucas.

jueves, 17 de abril de 2008

De guatas y filetes (por el Broadway y El Mina's de Antofagasta)


La de siempre: vamos a un par de shopitos. Se empieza y nunca se sabe dónde se termina (es un cliché válido en este caso).
Coipín –por los bigotes de ratón- fue el de la idea. A las 20 horas en el Bundes de calle Sucre. Bajar de noche por calle Prat, siempre es una experiencia rara. Le di una gamba a un matrimonio de ancianos o algo así que canta como las gueeas, pero dan lástima. Que son cien pesitos, diría la peruanita de Tacna, pe, que le gusta que le metan el dedito. Mi dedo índice no pasa los 15 centímetros. Y todito para dentro mijita, rico como la canción Japón, pon, pon, de Calle 13.
Coipín estaba con el chico Erotómano.
Chico Erotómano: moreno de Vallenar, 27 años, saltarín, siempre anda con puntas en la billetera y putero. Labora como garzón en un restaurant de sushis, donde va la gente más top. Sin asco, nombra quienes son o no son jaleros desde autoridades a empresarios, e hijos de estos.
Buena conversa loco. Un shop fue la dosis en el Bundes, después un completo y otro shop en un local de calle Condell, para alcanzar la primera parada de la noche. El Broadway, show continuado.
El Broadway: dos lucas vale el shop. El lugar es un suerte de galpón de madera dispuesto en un segundo piso, al que se llega por una escalera bastante larga. La primera impresión es una chica madurona con look Carla Bruni. Más allá más chicas maduronas, todas con guata; también un par de negras con guata, y otras rubias fosforescentes tipo Donatella Versace con guata. Es claro que el local le de la oportunidad a las mayores de 35 años, con varias guerras en el cuerpo.
El escenario parece la proa de una vieja goleta. El show es bueno. Las minas, gordas y todo, se empelotan completas y después hacen unas piruetas para que uno les revise sus sapos carnosos. La mayoría tenía las tetas chicas. Da la impresión que son mamás solteras y se sacan la chucha atendiendo en el día a sus cabros chicos, y sobreviven, claro, con la plata que dejamos los gueones calientes, de todas maneras: un círculo virtuoso.
Con erotómano nos mandamos la primera puntita, en un baño que olía a pasta base.
Nos merecíamos algo mejor. Mejores minas y mejor ambiente. La carta fue el Minas Extremme, ubicado en calle Matta con Sucre, al frente del restorán peruano. Me abrazaron a la entrada, rica la sensación, cariño malo y gueaas. Era la típica gueona a la que le pareces un gueón con plata, que viene a tirar 100 lucas por una beso en la teta. No. Deje a los machos solitos, mijita. Después me contó que era de Salta.
Erotómano que maneja el lenguaje garzón, tranzó, y nos tomamos un happy hour de Pampero por 4 lucas. En total 12 lucas, por los tres. El show estuvo filete. Todas minitas que no pasan los 25 años, la mayoría colombianas, peruanas y argentinas. Ricas la tonta. Tetitas ricas, choritos planitos (nada de empanadas de marisco) y guatitas apretadas. Estaba como para otro puntita. A todo esto Erotómano se había esnifiado todo, pero bueno la gueaita era de él.
Cuando estaba bien sentado, viendo como una minita se contorsionaba en el fierro del escenario, aparece la mina que me dio la bienvenida. Se me sienta en la pierna, me pide trago y yo le trato de dar un beso en la teta. Mas ratito papá, me dice. Comprame un traguito. Mijita no venía preparado para este gueaa, es decir no traia plata ¿De dónde es usted? De Salta. Mmm la ciudad del teleférico, linda ciudad. Pero cómprame un traguito. No, para la otra.
Coipín se calentó, se paró mareado y se lo fue a poner a la vieja seguramente. Con erotómano decidimos terminar en el chifa, con las putas. Había que matar la gallina. Todo bien hasta que nos presentaron el ramillete. Estaban peores que las del Broadway. Todas peruanas. Muy malas, gordas. Pobres chicas, igual tiene que someterse al ojo de un par de gueones cagados de la cabeza. Mejor vamos el 1 de mayo a los laberintos de Tacna. Erotómano picó como cabinza.

lunes, 31 de marzo de 2008

Miss Tacna


En Tacna por dos lucas se lo metes a un minita rica y morenita y con besitos en la boca y en el boquemono, chupaditos ricos, me dice el Canciller 1, desde Iquique y por chat. Viene de Tacna, pero fue con su mujer a turistear, a comer, jejejejej. Dice que los mineros chilenos son los más adictos a los laberintos de Tacna, el paraíso sexual fronterizo, donde metes el platano escuchando música chicha, y lo vuelves a meter si te quede leche, pero ojo, cuidado con las arañas u insectos como las cucarachas que andan en las paredes húmedas. Las peruanas te ponen el condón. Igual dan lástima, ellas son como esclavas del sexo, por 10 lucas chilenas ganan 2 lucas, el resto para el local. Ganarían más plata puteando en Iquique o en Antofagasta o en Calama. Tacna está llena de chilenos, siempre, por la gueaita de la cacha, es como una pequeña Tailandia en sepia.

A propósito: la madrugada sábado me tiré a una peruanita, en el Chifa-puterío, por 15 luquitas la media hora. La había rechazado cuando se presentó con un ¡hooola! -medio agudo-, pero el gueón del cafiche me la recomendó. Viene recién llegando, es decir no tiene mañas. El gueón se la debe culiar también, y no se equivocó, buen dato loco. Venía de tomar seis ron cola y dos cervezas en varios bares, y la circulación sanguínea no era la misma. Con dos cervezas bien. Con tres igual. Igual se me pone tiezo el Horacio Saavedra.

Rica la peruanita. No recuerdo su cara, pero tenía la boquita húmeda, y el boquemono abrigadito y algo húmedo. Nada de olor a caca en los dedos. La apretujada retorcida del culito de la peruanita fue 3 veces mejor que la de la zorra. Igual acabé después de seis ron cola y dos cervezas. Todavía la tula se me para cuando recuerdo a la peruanita, rica mijita. VIVA PERU, CARAJO.


viernes, 7 de marzo de 2008

El Madonna 2


Es mi segundo Habana con Coca Cola que se escurre como agua por el cogote. El dueño del local o concesionario tiene pinta de John Wayne después de un baño de ácido. Es peruano como la mesera y varios rostros de por acá. Me gustan las peruanas. Son más entregadas o como que te quieren más. Le ponen más color para las cachitas. He tenido buen sexo con ella. Ahí chilenito, te gusta chilenito, te gusta... No son peruanas normales, claro, son putas, pero buenas putas. En el último tiempo sólo me relaciono con PUTAS, nadas más. No quiero más tampoco, ni busco más. Hay una cuestión de honestidad en todo esto, es decir: te pago para que te cache, y después me cuentas tu vida. A veces –porque en esta cuestión todo es relativo- uno gasta menos plata en putas, que en invitar a una mina a comer y después al tercer copete rogarla para que suelte la planta y esas gueaas como: oye mijita vamos a un motel, vamos. Y te dicen las muy gueonas: estas muy curado. Maracas culias. Las putas te reciben y al toque le metes el zancudo. El problema es que hay muchas putas culias de aquellas que te miran con asco el zancudo o que ni siquiera le puedes chupar la concha. Lo peor es cuando en la planta se echan crema lubricante, como si te hicieran un favor las gueones. Encuentor más honestas las zorras como lijas. Esas chuchesumadres que se vayan a la chucha.
Un puta buena se trata bien, se quiere y se presenta de esta manera: ¡¡Esta es mi dama!!. Gran presentación aquella. Fue del Canciller 2, en una noche donde yo llegaba con el Canciller 1, al Madonna. Era una día de la semana cualquiera e íbamos a tomar un copetito, como de costumbre, y a ver si se podía agarrar una tetita, un tetita rica de una negrita que me agarraba de nombre Eliza y que después me la llevaba a culiar al Jote Pérez, y la tonta se hundía en el palo. Rica la negrita, le metía toda la guaca por el culo. Y ahí estaba el Canciller como un pololo cualquiera mete atraque y mete manos, con su dama. Todo un clásico.
Esa vez fuimos a puro saludar con el Canciller, pues no teníamos mucha plata y no era fin de mes. Saludamos al dueño –que tenía cara de actor porno- y nos fuimos, mientras Eliza estaba mete atraque con el gueón de un taxi. Después yo volvería en busca de Eliza, claro, pero no con el canciller, sino que con el Petrolero, que era bueno para las grescas como el solo. Es claro que estuve a punto de morir por el amor a una puta.


Patty no cree que estoy en Antofagasta. Anoche me mandó un mensaje, jajaja.

miércoles, 27 de febrero de 2008

El Madonna 1

(actual puerta del Madonna, donde me sacaron la chucha)
Pedimos dos ron Habana con Coca Cola, los primeros del Happy Hour, y dale con el recuerdo. La peruana, mesera, es rápida. El ron en todo caso, parece Mitjans, la gueaa pa mala, con sabor a azúcar quemada. Estábamos en el Tuttix, una casa adaptada a pub, en playa Brava, frente a una corrida de autos, el paseo y unos gueones chupando y la playa detrás. Es febrero. Un culito envuelto en unos pantalones platinados arregla la vista. La gueona rica. Dan ganas de tirar. Otra gueoncita con pantalones platinados y mierda, estamos frente al team de una de esas bebidas energéticas que toman los cuiquitos que bailan electrónica. No tengo nada con la electrónica ni con los cuiquitos ni con los maracos. Simplemente, no es mi onda.
El canciller, mi socio putero en esta ciudad putera, me recuerda cuando me sacaron la chucha, la mierda, afuera del Madonna. Más bien en la puerta del Madonna. Casi muero como Jacko Pastorius, el jazzista que murió después de una sacada de chucha afuera de un puterío. Casi, casi. Fue mi primera sacada de chucha. La segunda sacada de chucha la contaré más adelante, si sobrevivo a este blog. Tengo una cicatriz sobre la ceja, de todo eso. Simplemente historias, experimentaciones y nada más. No me arrepiento porque me gusta el gueeo. Un gueón dijo que había que escribir con la piel, yo escribo con el pico, jejeje, y con quaker, puack, puack, puack...
Madonna: topleess buena onda ubicado en unos centros comerciales entre las calles Playa Yape esquina Los Molles –en Iquique-. Buena onda porque uno pagaba un copetito o dos, nada más, en ese tiempo se tomaba piscola, y métele atracando con la minita, con besitos, cariñitos y gueaitas en las tetitas, mijita. Las niñitas le gustaba jugar con la tula, para arriba y para abajo, para los lados y para allá. Con el copetito la tula aguantaba harto. Al tercer copetito la minita se te subía encima y dale que dale. También te la chupaba si eras cariñoso, claro.
Luego te las llevabas a tu pieza, casa o departamente, y le seguías dando y sin cobrar un peso. Había amor en todo eso, romanticismo y gueaaas. No eran los tiempos todavía de las putas que publican por el diario. El diario cagó todo. No. Fueron los últimos días de las putas nobles, las putas buenas o las putas de baja autoestima que con un cariño te lo chupaban y tragaban todo.
Ahí estabamos con el canciller 1 y el canciller 2, ambos viejitos cacheros. Yo era más joven. Había como 10 años de diferencia, si importa tener diez años de diferencia, claro. Fue mi primer amor con las putas, un amor sano pues incluso iba sin copete, nada. Puro amor. Pura buena onda y nada de alita de moscas ¿Cómo pudo haber cambiado todo en menos de cinco años? Hoy el Maddonna, el gran y generoso caguín donde casi me matan por amor a las putas, está abandonado.
Traígame otro happy peruanita rica, y le sigo contado.
-Esta peruanita debe venir de los laberintos de Tacna.
-¿Has ido a los laberintos?
- No, cuenta ¿Cómo son los laberintos?.

viernes, 22 de febrero de 2008

Patty

La habitación de Patty es reducida, con una ventana que colinda a un híbrido entre patio y bodega. Hay un espejo, una radio y un ropero de plástico que venden en la Zofri. En el suelo unos perfumes Zofri conviven con una botella de Corona -de medio litro-, a medio abrir. Me da asco pensar en cervezas calientes como pichi. Mala la gueevaa. Hay un leve olor a toallas húmedas, que Patty camufla bien con un poco de desodorante ambiental.
Se me pone duro con el olor a lavanda, le digo. Hace una mueca de risa y me da un beso cortito y sonador. Mijita, le digo, tengo problemas con las zapatillas: dónde mierda las dejo. El otro día me di cuenta, pero no te preocupes mi amor. Aquí tengo una bolsa de plástico. Será pues. Echa más desodorante.
Son las 5.50 horas, madrugada de un sábado. Sargento Aldea con Amunátegui, no es el mejor sector a esa hora. Te cogotean. Barrio pendendiciero y esas cosas. Patty me pone cara de caliente. Ya pues mi amor, saque un poquito, un poquitito.
Tengo sed,pero no me voy a tomar esa gueaa que parece meao. No mi amor, pero tu sabes que a este hora no hay ninguna gueaa abierta.
Podría haber un gueón detrás de la puerta, un paraguayo con un palo. Un asalto pasaría piola. Oye loca, y vivis sola acá ¿Con algún amigo? Solita mi amor (No se la compro).
Patty y el paraguayo ese deberían ser cómplices para cagarme y por eso, rechucha, no se me para la gueaá. Está lacia como un calcetín. Mucha alita de mosca también. Rica la alita de mosca, dice. Siento las venas del cuello (algún día reventaré).
Patty está muy flaca, a ratos se le ven los huesos, a ratos me imagino que tiene Sida. Mierda y ya una vez le chupe la zorra. No, me dice otra vez. No estoy enferma, repite. No tengo Sida. Habrá que confiar en la paragua. Por eso siempre gorrito para el fraile, siempre.
8.30 horas. No apareció el paraguayo con el palo. Salió maraco eso.
Chao Patty, chao nomas. Me comeré un ceviche en tu nombre.

jueves, 14 de febrero de 2008

El regreso a la OEA


Sábado, después de las 23 horas.
Había perdido seis lucas en menos de tres minutos en los tragamonedas del Casino de Juegos de Iquique. En cambio, algunas viejas zorras ludópatas no paraban de ganar monedas. Llevaba mi segunda ron cola. Cerca mío, en la barra, estaba bebiendo un gordo con síndrome de down que alguna vez tuvo su minuto de fama en alguna teleserie ¿Tú eres el de la tele? Si, estoy de vacaciones en Iquique, me dijo escueto, con voz de estrella de la tele. Me imagine al gordito down tirándose a Patty. Marco el número. Patty me pregunta quien soy. Podría haberle dicho: el que te lo puso anoche y te gusto tanto tanto, o el simple: no te acordai chuchesumadre quien soy yo -el gueón de putas y cangrejos-. Pero preferí ¿Te acuerdas de la alita de moscas?. Como toda drogadicta picó como cabinza.

Después de la 1.30 estaré en la Sala Murano, dijo.
La Sala Murano en Iquique funciona en el mismo galpón de la Caldera del Sabor, la salsoteca de moda a principios del 2000. Pasaron 8 años de la Caldera del Sabor. Yo, sigo igual de curado que hace 8 años aunque más viejo, más gordo y canoso. Trepo por una callejuela con dirección a Sala Murano. Puros gueones chupando en la callejuela afuera de sus autos. 5 lucas vale la entrada. La discoteca tiene dos ambientes: uno electrónico (ocupado por turistas) y el otro panchanguero (típico iquiqueño).
Diviso a Patty, la paragua, bailando con un gordo, moreno, de cara ovalada y algo joven, por lo menos más joven que quien escribe. Pienso que es su cafiche. Habrá que tirar combos.
Pido energética con vodka y me siento a un costado del bar. Harta minita rica por todos lados. algunas con cara de putas y gueones borrachos. A Patty -según lo acordado- le mando un mensaje por el celular. A los dos minutos me contesta: Estoy con un amigo, espérame. Vamos a mi casa.
Toda espera siempre tiene su recompensa, claro. Otro mensaje: juntemos en la puerta del baño de mujeres. Viste una mini falda y sus piernas parecen amarradas -en una imagen sadomasoquista- por las tiras de unos zapatos. Me pregunta si traje alita de mosca. Para después, le digo. Espérame, me dice. Justo aparece el gueón, su amigo, y me da la mano en señal de amistad. A lo mejor quiere un menage e troi, o un simple "sandwich", con Patty al medio. Chao nomás.
Afuera de la Sala Murano, llamo a un número de putas que me dio un amigo. Dijo que eran buenas e iban a todas. Mi amigo tiene una amiga lesbiana, entonces él junto a su amiga lesbiana llaman a un puta, y se la culean entre ambos. Estas putas al parecer no les da asco nada, porque mi amigo físicamente deja harto que desear. Amatista se llama la agencia. En la Shell de Playa Brava, en medio hora, y no te arrepentirás, me dice la voz. Parto mierda. La puta de Amatista me llamó a los diez minutos de espera en la Shell. Ya me había tragado un hot dog (Ya había tomado energética con Vodka, alita de mosca, tres ron cola y ahora un completo. Estaba listo para ponerlo. Mi hijo saldría lindo, medio ruso por el vodka, blanco por la alita de mosca, con ganas de bailar por el ron y con la tula larga por la salchicha del hot dog).
La puta me dijo que estaba en un Terrano 4x4. Había como cuatro Terranos en la Shell. Casi me sacan la chucha unos gueones por meterme a su vehículo. Un flaco culiao con hartos collares de oro me da la señal: una mueca culiaa. La mina que estaba en el asiento de copiloto, que era la cabrona de la agencia, me dice que 20 lucas es la tarifa. Esa es la niña, agregó ella. Veamos. La mujer -que está ubicada en el asiento trasero de la Terrano- era algo robusta, de pechos grandes, pelo largo y negro, y tenía cara de haber sido recién culiada. No.
Le pedí a un taxi -en el sector del Likos- que me llevara a Vivar con J.Pérez. Usted va a ponerlo, me dijo el taxista que andaba medio curado. No sea sapo, le dije.
En la OEA me recibieron como al canciller. Era sábado y había harto para ver y elegir. Había una morena con piernas de zulú y el culo como flan de chocolate. Venía recién llegando de Colombia. Rica la negra. La tenía lista, pero apareció la paragua -la compatriota de Patty- con su cuero de modelo y estampa de actriz. Linda desde el rostro hasta los callos, cantaría Arjona (esta paragua responde al nombre artístico de Magaly). 30 lucas la hora, es decir cachita completa y fin.
Yo andaba con la patas hediondas. Tenía podridas las zapatillas. Así que una duchita en el jacuzzi. Mijita igual se duchó en el jacuzzi. Sus tetas son firmes y duras, vientre perfecto -sin ningún rollo- y un para de caderas anchas y el culito parado, con un tatuaje en el gluteo. Un sueño la paragua, un sueño hecho realidad.
Tras su rato de cacha y entretenciones varias, me dijo que se animaba a viajar a Antofagasta. Le había habaldo de la playa Juan López -que no es ninguna maravilla-. Pero si voy -me dijo- estoy con usted un tiempo y después lo abondono. Lo mío son los hombres de plata. Viejos con plata. En Antofagasta hacemos negocios, le dije.
3.20 de la madrugada. Patty estaba desesperada mandando mensajes por el celular. Estoy en el Hotel Central, en calle Sargento Aldea, me dijo. Igual te voy a buscar, propuso Patty.


sábado, 9 de febrero de 2008

Paraguaya en la OEA



La vieja residencial de J.J. Pérez al llegar a Vivar -en Iquique-, hoy está reconvertida en un coqueto motel a la usanza de los palecetes de pino oregón de Calle Baquedano. Desde siempre fue más matadero que residencial. Hoy es como la OEA, la Organización de Estados Americanos.
Entonces mi amigo es como José Miguel Insulza, el secretario general de la OEA. Sobre la puerta hay una cámara o el típico ojo de cibercafé. (En todo caso) A Insulza le abren la puerta en todos lados. Pasen, adelante caballeros, nos dice una peruana, bajita -no pasa el metro 60- que viste una blusa roja y habla con mucho respeto.
No se aceptan ebrios ni drogadictos -aquí drogadicto significa ir demasiado esnifado-. Así dice un letrero, ubicado sobre la cabeza de la peruana.


¿Qué buscan caballeros?
Eso.
El servicio completo cuesta 32 lucas.
Caro.
Vean las chicas primero y deciden.
Pasamos a un cuarto a un costado de la puerta, donde hay un escenario pequeño -tipo teatro de bolsillo- y el típico mástil redondo de Topless para las performance. Parecemos dos compradores de esclavas.

Miss Colombia tenía cara de asustada. Era de piel morena afro, senos grandes y caderas abundantes.
Miss Perú tenía una sonrisa de oreja a oreja. Morena pero de la sierra, senos grandes y sueltos, caderas abundantes. Quería trabajar.
Paraguay aportaba con dos candidatas. La primera era delgada casi al grado de la anorexia, ojos algo desorbitados, senos pequeños y duros, culo parado y piernas delgadas. Pasaba el metro 60 y tenía el pelo castaño. Se llamaba Patty.
La otra paraguaya, tenía un corte tipo "Martica" -una cantante de finales de los años 80- vestía con un traje rojo ceñido, piernas largas, senos pequeños y duros y facciones finas aunque tenía cara de obligada. Esa, dije.
Miss Chile pasó desapercibida.

La cuenta era 64 lucas para Insulza y yo -director de Putas y Cangrejos- por la hora, todo incluido, más dos tragos.
Muy caro.
Las chicas se van, entra la peruana y comienza el regateo.
54 lucas por lo mismo. 52, 50 y listo.
Miss Perú con Insulza y yo pedí cambio de Paraguaya, es decir salió la Cardozo y entró la Romerito.
Patty se llamaba la Romerito y de todos modos un hallazgo.

Me recibió con un beso en la boca (raro, las putas no dan besos). Risueña. Estaba con rostro de haber bebido. Pedí dos preservativos -cada uno mil 500 pesos-. Ponte cómodo. Yo soy Patty, de Asunción, y vamos tomando un ron con sabor a caramelo -obvio el ron chileno marca Mitjans, muy malo-. Te gusta la alita de mosca. Claro, y vamos con alita de mosca....sshhhhhhhh, habla despacito que las paredes tienen oidos, y la dueña me puede botar. Ella sabe que le hago.

15 minutos de sexo y cariño. Todo bien.
-¿Desde cuándo estás acá?
-Hace un año, me vine con mi hermana y me quedé.
-¿Siempre igual, trabajando de prostituta?
-Siempre.
-¿Qué edad tienes?
-23
-¿Cómo era tu vida en Paraguay?
-Tengo tres hijos, me casé muy joven. Tu sabes que en Paraguay los hombres son flojos. El mío no trabajaba y me pegaba. Yo trabajé como sirvienta de una casa de ricos, hasta que me salió el viaje a Chile.
-¿Cuánto ganabas allá?
-Algo así como 30 lucas chilenas al mes. Allá el sueldo mínimo son 30 lucas chilenas.
-Una cagada de plata y ¿Cuántos ganas acá?
-A veces, cuándo me va bien, mando 120 lucas a la semana. Tengo buenos clientes.
-¿Y cómo estás ahora, andas mal de plata?
-Más o menos, tengo que hacerme joder trabajando, porque tengo que hacer unos papeles para trabajar en Chile, igual he tenido otros problemas.
-¿Problemas con la alita de mosca?
-Eso. Dame más.
-¿Te gusta trabajar de prostituta?
No.Espero seguir un tiempo. Espero que alguien me saque. He tenido una vida de mucho sufrimiento. Quiero conocer el amor verdadero, el bueno, y dejar todo por alguien.
-¿Cómo lo haces con el Sida, se controlan siempre?
-Nos estamos y están controlando, siempre condón. Igual tomo otras pastillas para prevenir otras enfermedades y también me echo crema para el olor vaginal. A los hombres no le gusta que uno anda hedionda. Yo estoy sanita. ¿Me invitas mañana, a salir, no sé, podríamos ir a la playa o a tomar un shop al Barril del Fraile?

-Dame tu celular.




jueves, 10 de enero de 2008

125/67/107


"Marcela (125/65/107) caliente, potoncita,
senos grandes. $15.oooo.
Galleguillos Lorca, al lado del Chifa,
tocar timbre puerta roja"



Marcela es de San Antonio. Por necesidad -no hay otra razón- se hizo prostituta. Trabaja en la habitación cinco, que da a la calle, en un segundo piso. Abajo hay un chifa. El olor a comida se escurre en las pequeñas habitaciones que tienen decoración china en el techo.
Marcela no tiene una belleza delicada. Es grande como una osa. Tiene el pecho blando. Sus senos se mueven con el vaivén. Dice que en la calle lo primero que le miran son las tetas. Hay abundancia en sus caderas. Le gusta sudar cuando hace sexo. Finge orgasmos a la primera penetración. Es su trabajo.
-¿Por qué llegaste o caíste en esto?
-Por causas de la vida. Tengo que mantener a toda una familia, a mis papás y tengo un hija. Mi papá está enfermo y tuve la obligación de ganar más plata.
-¿Te tocan muchos viejos guatones y feos?
No. Toca de todo. Todos los hombres son distintos y todos tienen su gracia, pero bueno es lo que nos toca y hay que vivirlo. Uno tiene que tratar de hacerlo de la mejor forma.
-¿Qué significa ser puta?
-Es feo pararse en la calle y detener autos. Lo mío es más fino. Si me dices que me molesta que me digan puta, no. Me considero un puta más, es el trabajo que yo hago.
-¿Cómo anda la autoestima?
-Bien, igual ya me acostumbre. El puterío es aquí adentro. De la puerta para fuera soy otra persona.
-¿Te tocan gueones muy depravados?
-Hombres que andan buscando cariño. La mayoría separados. Más que puta soy un poco más sicóloga. Aquí te cuentan los problemas. Me engañó con este, y eso.