lunes, 15 de septiembre de 2008

A puta con el aguinaldo

Después de un almuerzo con vino y cerveza en un restorán peruano, dejé al corresponsal de Calama con dos minas, ambas pelo color paja, cutis ceroso y guata de trapo arrugado, en el privado de un sucucho con patente de café -pero que vende cerveza- con pierna ubicado al fondo de una galería de mala muerte, en calle Condell, entre Prat y Baquedano, y donde una tele ubicada en el centro chisporroteaba películas de la masoquista Silvia Saint a la que le dan todo el rato por el orto.
60 mil pesos pagó el corresponsal Calama, o el gordo, por la atención de dos putas cerveceras. El lugar no era de los mejores: una barra sacada de fonda barata, un refrigerador a un costado, el cafiche en la caja, un par de gueones macaqueros (entre ellos el típico metalero o barrista con cara de depravado) y una ornamentación dieciochera pero rasca. El gordo venía con el Kino acumulado, después de seis días trabajando en la Escondida. La típica del minero: a cacha después del turno. No hay otra. Si el gordo fuera ahorrativo, ya tendría su autito y depto, pero como el gueón es caliente prefiere hacer la de Martín Vargas, lanzarse hasta quedar agueonao y siniuno. La hacían los abuelos en la pampa. Gueeaa de genes y problema del loco. Yo soy de los amigos a quien invita. De los jotes. Buena onda el gordo, cuando quiere, claro.
Las minas querían jugar al chanchito encebado, con el chanchito de las lucas. Me preguntaron si tenía plata. No. Cuando vieron que el gordo pagaba, una le agarró la gueaaa, y en estos casos es la gueaaa la que piensa y no el cerebro (estamos claro). A esas alturas el gordo ya estaba extasiado viendo como la Saint se ensarta uno en la boca y otro en el chico. Ya pasó la moda de culiar por la zorra, así está escrito en las pornos. A las minas les tiene que doler, que sufran algo. Por lo menos al gordo le prometieron un combo de cuadro plástico, un bailecito en el caño, chupadas con acabada dentro de la boca. El socio que nos acompañó, el gordo 2, dijo que una de las minas aguantaba que le acabaran en la boca. El gordo 2 se culea una negra que parece Venus Williams. Rica la negra: piernas largas, culo duro y boca con blonda. Yo habría preferido a la negra, pero la plata es del gordo, y al gordo no le gustan las negras. El gordo a ratos se pone medio nacionalista. Es gueón. En estos momentos, 16.40 horas, mientras escribo esto el gordo debe estar acabando en la boca de la rusia teñida que alguna vez estudio en el liceo de niñas, mientras la otra, la que estudió en el Liceo A-22, debe estar pasándole el culo por la frente. Buena gordo, todos sabemos que la vida del minero es dura, pero con 500 lucas de aguinaldo la gueeaa se compensa ¿O no, gordo?
-Gordo, consejo de amigo, no seai gueón búscate una polola mejor, así ahorraí plata. Agueonao-

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