lunes, 21 de julio de 2008

Juana Música o la amiga chupetera


Es rico descargar la gueaa como pistolero, a lo “Jinete Pálido”, el mítico Spaguetti Western de Leone, y con una música de fondo, de guitarra eléctrica suavecita, y dale que dale mijita, cochinita como caja por el ojal de paletó o nudo de globo o boque’mono, con paciencia, claro, con mucha paciencia las tontas lo entregan a la primera o la segunda en lo que puede ser el trofeo del guerrero, la medalla de oro, pues claro: el bronce es que te lo chupen, la plata que lo metaí por la húmeda ratonera y el oro: el chiquitereteretera. El sábado anoté oro y fue en el departamento Serviu de la pobla de Dávila, con una vieja amiga reciclada que llegó de Santiasco buscando nuevas oportunidad por acá, por el norte, una amiga que sin asco quiere que puro le den, bien por ella, y es deshinbida, aguja, y lo toma con la zurda y lo masca como si el cabeza de nuez fuera eso mismo una nuez de Sahne Nuss, caliente la comadre, re caliente, y a mí me lo agarro con las dos manos, se lo pasó por la felpa y p’adentro mierda Jinete Pálido carajo. Chile es un país lindo con la pichula adentro, es un país feo y fome con la pichula afuera, estamos claro. Igual tenía la guata llena de asado y tintolio finuro embotellado, algo penca para culiar, y claro me acorde del guatón elefante Shiapacasse cuando dijo que no había que culiar con la guata llena porque te podía salir un peo. A mí me salieron tres peos mientras la tonta la saltaba arriba de la gueea, pegando los guatazos buenos y sonoros, ricos, musicales y con unos gemidos de pájara. Le ponía color la tonta, pero bien, de eso se trata de poner cuática como cuando corría la mujer biónica, tetetetetetetete -decía la Juana Música- mientras le echaba flores a mi cabeza de nuez. Puta que los tenis grande (nótese la palabra dijo el cachiporra, jajajaja) Mierda que es bueno Chile cuando se tira, y se tira bien y un gueón que estaba adentro, comiendo carne de asado, me dice por la puerta que le preste cinco lucas para mañana. Gueón angustiado, pero en fin, a buen budín oidos sordos.
Después de la cachita una heladita, que sean dos heladitas para que el indio pique de nuevo. Y sigue la cosa, y seguirá así. Por fin encontré a mi putita permanente, y creo que esto es una historia de amor en ciernes, una telenovela de polvo, rica ella y gratix.

1 comentario:

La Gran Arcada dijo...

puta la gueá q se pasa bien por allá, y uno agueonao comprando tonteras en la zofri. Lo que te acabas de montar, querido amigo, se parece dramáticamente a la vecina que nunca tuve. Dale duro "por un puñado de dólares"

y el canciller?