martes, 13 de mayo de 2008

Yasta con polvo de hornear


Las gueaitas cada vez están peores, te dan una mezcla entre yasta y polvo de hornear, claro, provocan un efecto raros con los mocos y la gueaa efervescente . Se adormece un lado de la mejilla y parece, parece que estas durango, y nada, nada. Las gueaas. Este gueón otra vez me cagó. De ahí viene el placebo, o por lo menos, de ahí viene el placebo. Estamos cagados cabro. Pongamos ruta entonces.

Primera Parada: una fiesta de abuelos en el cumpleaños de la mama de la amiga de un amigo. Calle Arauco, arriba. Tatitas gueando, bailando, hasta el ataque al corazón. Buena onda. Yo me fui a un lado, a tomar roncito con Coca Cola. Un viejito, rojo como cobre, me dijo que había sido garzón y conocía todo lo de la “diosa blanca” (¿? a principios de los 70 y mediados de los 70. La dio-sa-blan-ca (clásico). OK, cuente. Yo atendí desde el Cabro Carrera hasta Pinochet, en el local. Cabellero, una vez un diler iquiqueño, famoso el gueón, re famoso, me contó que la DINA andaba jugando a ganador con la “diosa blanca” por el norte. También me habló que para la época de Allende, Fidel Castro se pegó unos buenos jales en el avión que lo trajo al norte ¿No sé si será verdad? Antes la gueaa corría y nadie la prestaba mucha atención, era como tomarse una aspirina ¿Así?.

Segunda Parada: Boliche, boliche. El Boliche es pub medio snobista y cool, ubicado en la Gran Vía, una pobla de universitarios, abuelos y demases. La mina que me llamó llegó con un vino al baño. Dame me dijo. Claro, dos líneas de yasta con polvos de hornear. Las tetas las tenía heladas. Después me uní a un grupo con dos minas mas, en una onda vela, “Sex and the city”, vino tinto y gueaa. Chao.

Tercera Parada: Chifa. Con el vino se te para la cosa, uno se pone caliente y las minas se fueron a buscar minos de acuerdo a sus parámetros snobistas-cool. Fueron a la Máquina, una disco de moda.
El taxi me dejó en la avenida brasil, subí y golpee. Pase caballero. Tengo pinta de profesor de historia, supongo. 15 lucas la media hora y 20 luca la hora. Las minas estaban algo gruesas pero yo andaba caliente, ciego, así que elegí a la única que me dijo hola como acento chileno.

La cacha: Lo más raro de la cacha fue cuando la mina me sacó la mugre de la espalda tras un masaje con crema Simonds ¿Tú no te bañas? me dijo. Claro, mi amor pero no soy araña para jabonarme la espalda. La cacha normal, buena, aunque en un rato a la mina la llamaron. ¿Alo? ¿Mamá, si estoy en una fiesta?
Karina tiene 22 años, pelo largo y tiene la guata plana entre las tetas grandes y la zorra peluda. Nada de olores. Recomendable masaje por 20 lucas.

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