
Me tire una chinita joven. Su pelo negro contrastaba con su blanca espalda. Su temperatura estaba ok. Al comienzo un masaje tailandés para relajar en el baño de tina
Entre dedos y codos me liberó del estrés del viaje, 33 horas (desde Santiago a Francia 11 horas, casi 12 horas de Francia a Beijin y 10 más de Beijin a Shangai en bus y Yiwu 4 más). Ya era el momento de hacer sentir la patria en China.
Su ropa interior era negra como su pelo. El corte de su melena hacia parecer una pokemona pasada de moda sin lunares que contar. De labios gruesos y estatura 1.60
Sólo sonrreia haciendo su pega. Me hacía un masajito seco por los testículos, nada de malo.
Mis sudorosas manos empezaron su recorrido. Su culo suave como la brisa de la mañana en Yiwu causó motivaciones exageradas en mí, como siempre. Se veía tran frágil, tan finita cuando la poseí. Parecía una gacela, pero chillaba como rata recién parida.
La habitación incluía condones, fruta fresca (manzanas, arándanos y naranjas. Todo por 32 lucas chilenas.
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