viernes, 26 de diciembre de 2008

46 kilos


Y el hombre recordaba -sobre una escalera observando la reñida competencia de los lobos marinos por las migajas de un pescado- mientras a su costado izquierdo unos borrachos –entre hippies y vagonetas- se terminaban una Escudo y por el otro, a la derecha, un hombre de pelo cano y rostro cobrizo partido por el sol, la risa o la pena, comía un ceviche en una bandeja de plástico. El ceviche del Terminal Pesquero de Antofagasta. Mejor con vino blanco.
Y el hombre recordaba el día que la prensa, la puta prensa, lo tildó de pervertido, de pedófilo y de chacal del diente de leche -según El Mango, el diario más cochino que leyó Iquique-.
Y el hombre recordaba -con los pelicanos sobre la sombrilla que tapaba su cabeza del sol- cuando se tiró a Kelly o Kelli, una flaca y dura de 46 kilos, vagina estrecha y pelo liso color paja, en un motel de Iquique. Era 1999, y las putas salían a patinar afuera del Casino de Iquique. Kelly o Kelli se llamaba la puta que sobre los muslos pesaba como una tostada de pan, mientras que su mujer, la Pauli, pesaba como una marraqueta caliente con mantequilla y queso. Nunca le preguntó el peso a Pauli, pero calculaba –mientras ahora engullía unas empanadas de maricos- que bordeaba los 90 kilos. La gorda Pauli. La guatona Pauli, decían los vecinos. Había que ser valiente p'meterselo a la gorda. Peor en verano. En esa época nuestro man andaba por los 70 kilos. A Pauli, que no era puta, le parecían irrestibles las salchipapas que vendía la sanguchería de Chico Pito. Todas las noches por una salchipapa. Todas la noches por una Coca Cola de Litro y a ver televisión. Peor con el Festival de Viña del Mar. Cero cachas para el man. En ese tiempo nuestro man trabajaba de guachimán o cuidador de barcos, además manejaba un taxi. El 75% de la plata era para su mujer y la casa, y el resto para el bolsillo.
Un día a nuestra man le fue bien con el taxi e hizo 30 lucas. Un gringo le pagó demás. Gringos gueones hay en todos lados. El man llamó a su amigo –el redactor de este blog- y fueron a beber unas cervecitas de la oferta 5 x lucas por el costado sur de Playa Brava. El amigo le propuso ir a las putas del casino. Obvio: el man estaba aburrido de la gorda.
Kelly era la amiga de Alejandrita y Alejandrita era la mina que se comía su amigo -osea quien escribe- sobre el parabrisas de un Kia Avella color rojo o en el JP. Alejandrita siempre salía por 10 lucas. Al man como al amigo le dieron ganas de comerse a Kelly. Ella lucía el ombligo atravezado por un aro y un tatuaje al costado. Rica. Siempre le gustaron los ombligos. Alguna vez se lo trató de meter a Pauli por la guata. Fue trabajoso. Al final se hizo la paja con un rollo de Pauli.
Kelly era nueva, demasiado pues tenía sus dudas a la hora de ejercer el oficio. Había llegado desde Santiago. Al man le cobró 20 lucas. La sonrisa del man era amplia como esa fotos de Víctor Jara. El man, en ese época, se parecía a Víctor Jara. Crespo. Livianita, dijo el man livianito de polvo y paja. Parecía un boys. Es rico apretarle el culo flaco contra mi pico. Cada cachete me cabe en una mano, dijo. Olorocita. Rica. Como que le dolía un poco. Esa mina no es puta. Me saqué el Kino.

Al día siguiente, me llevé a Kelly. A Alejandrita pareció no importarle. Era el juego.

-¿Qué edad tenís?-
-18-
-No te creo, pero igual-
-¿Me echai menos?-
-Si po, parecí cabra de liceo-
-Jajajajajajaja, igual po-
-¿Y que hacís Kelly, además de trabajar en esto?-
-Voy a la playa, nado, tomo sol, jajajajaja, vos creí que vine a guear a Iquique. Vine a trabajar, pero no quiero hablar de mi vidad ¿Captas?.... Oye, y a que motel vamos-
-Al JP, Vivar con J.Pérez-
-Ahhhhhhhhh-
-¿Te gusta las cabras chicas?
-Jajajaja, de vez en cuando, pero te vai precioso, a Canadá los pasajes y cagasta no más-
-Jajajajaa-
-¿Sabes que yo te podría chantajear?
-Así...
-Si po, pero no viene al caso, yo conozco a la Alejandrita y todo eso. Así que a ti no.
¿A ti no qué?
-A ti no chantajeo pus miamor.
-¿Y desde cuando que te prostituyes?
-Hace poco, hace muy poco, casi nada.
-Oye, y que te pareció mi amigo. El me recomendó.
-Tu amigo, chucha, tu amigo... mmmmmmmm
-Si po mi amigo, el mismo
-Recién lo llamé a su casa y me contestó una mujer.
-La Pauli debe haber sido
-¿Y porqué lo llamaste?
-No te lo puedo decir.